Es complicado medir a un equipo como el Barça. Saber valorar al conjunto de Pere Romeu puede hacerse desde muchos prismas, todos condicionantes para la conclusión final. Uno es la historia, de dónde viene, y este deja en evidencia las carencias de equipo actualmente. Otro puede ser respecto a los demás. ¿Es ese Barça superior al resto de equipos? Está claro que sí. Al menos a la mayoría de ellos y a casi todos contra los que se ha encontrado este año. Pero, ¿eso es suficiente para lo que quiere lograr? Esa podría ser otra arista con la que mirar al conjunto catalán. Contra el Leuven (3-0) hicieron los deberes, en un partido de menos a más, que se resolvió con tantos de Alexia, Vicky y Paredes.
Fue un primer tiempo de desgaste para el Barça. De intentarlo y no poder. De acercarse pero no lo suficiente ni con apenas peligro. El Leuven se encerró atrás, juntando las líneas sin apenas dejar respirar al ataque azulgrana. Le anuló, una vez más. No es la primera vez que el Barça se encuentra con un bloque bajo y no sabe como resolverlo. Y esa parte empieza a preocupar. No sorprende ya que el equipo de Pere Romeu se encalle en situaciones como estas, pero lo que sí inquieta es que siga sin encontrar las soluciones. Se aproxima a la portería rival, pero las llegadas son estériles. Remates lejanos, balones desviados y acciones que caen en saco roto.
Caroline Graham Hansen se lamenta tras una acción durante el partido contra el Leuven / AFP7 vía Europa Press / AFP7 vía Europa Press
Las belgas sabían de la debilidad de las azulgranas y la aprovecharon. Se hicieron fuertes atrás y el Barça no pudo romper esa barrera. Se frustró durante 45 minutos, aunque sin excesiva prisa. Estaba la confianza de que, cuando esto se da, se termina sacando. Y al abismo del descanso llegó el momento de cambiar de tercio cuando Caroline Graham Hansen cayó dentro del área cuando Veefkind rechazó un balón de manera defectuosa y terminó chutando la bota de la noruega. La colegiada no dudó y señaló la pena máxima.
Confianza del vestuario
Y Alexia cogió el balón. Porque es la capitana quien siempre toma la responsabilidad, la que lleva consigo el peso del equipo y mantiene la confianza del vestuario intacta pese al enrarecido contexto del club. Con media paradinha incluida antes de colar el balón en el fondo de la red adelantó a las azulgranas. Las 22 futbolistas se marcharon del verde justo después, con el partido totalmente abierto.
No es que el Barça no hubiera hecho méritos para ir delante en el marcador. Si bien es cierto que las de Pere Romeu continuaron sumando ataques ante unos contragolpes deficientes de las belgas, continuaban sin carburar de cara a portería. El segundo azulgrana llegó gracias a una acción individual de Graham Hansen, que se escoró hasta la línea de fondo, desde donde habilitó a Vicky López en el segundo palo. Remató la mejor futbolista joven del mundo y la envió al fondo de la red con un leve roce previo de la defensa Kim Everaerts, a quien le dieron el tanto.
En un mar de ocasiones poco concretas, dos acciones decantaron el marcador a favor de las culés en el Johan Cruyff. Las belgas probaron de encontrar espacios y jugar a la espalda de la defensa azulgranas, saliendo un poco de su propia área que apenas habían abandonado, pero no terminaban de cuadrar los pases para tener superioridades. El Barça aprovechó esos momentos donde los espacios se volvieron más amplios para combinar con más comodidad. Y de ahí llegó el tercer tanto con un testarazo de Irene Paredes tras un córner servido por Mapi León.

La defensa del Barça Irene Paredes celebra tras anotar el tercer gol del equipo, durante el partido de la tercera jornada de fase de liga de Liga de Campeones, este miércoles en el Estadi Johan Cruyff. / Alejandro Garcia / EFE
El Barça se mantiene líder en la Champions y cambia el chip. El sábado recibe al Real Madrid en Montjuïc, con un recuerdo amargo en la memoria que quiere cambiar. Sin apenas descanso no queda otra que trabajar y ser fieles a ellas mismas.
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