«Xa ofrecen un salario por ir á folga», considera la secretaria general del Partido Popular gallego (PPdeG), Paula Prado, ante la apertura de una «caixa de resistencia» en el sindicato de corte nacionalista CIG para poder amortizar las pérdidas económicas de sus afiliados durante las huelgas de Educación acontecidas estas semanas. En un comunicado, Prado ha reprochado esta iniciativa que, a su entender, demuestra que el sindicato «está tan desesperado por estimular o conflito, por crear un sentimiento de inquedanza en Galicia».
La popular ha denunciado la existencia de este mecanismo, empleado por más centrales, y que existe desde el siglo XIX. Lo considera «un paso más» en la estrategia de conflicto «promovida polo BNG» en las últimas semanas.
En las redes sociales, al igual que otros representantes del PPdeG, señaló que el Bloque ha decidido «pagar» sueldos para que haya más «manifestacións e alboroto» en ámbitos como el de la educación, que hace dos semanas vivió dos jornadas de huelga.
«Mentras que o PPdeG ten presupostos para traballar polo benestar dos galegos, os ‘presupostos da independencia galega só se destinan a pancartas e vítores», zanjó Prado.
Las cajas de resistencia
Creadas hace unos doscientos años, en el siglo XIX, como parte de las primeras organizaciones obreras, las cajas de resistencia consisten en una institución temporal basada en el apoyo mutuo y la solidaridad. Se utilizan para aliviar la situación económica de los trabajadores cuya economía doméstica se vea perjudicada durante las acciones sindicales al ejercer su derecho a huelgas —de larga duración— o protestas reivindicativas.











