Los alumnos que han sido diagnosticados con habilidades intelectuales superiores a la media, también conocidos por tener altas capacidades, se han disparado en la provincia de Alicante. La Conselleria de Educación identificó a 1.050 estudiantes superdotados en el 2023-2024, una cifra que se ha incrementado en un 50 % respecto al año anterior. Sin embargo, los grandes talentos a menudo se exponen a una falta de estímulos en el colegio o el instituto que a veces les precipita al abandono temprano de los estudios. Tanto es así que la mitad sufre fracaso escolar en Secundaria a nivel nacional, según un informe de la Fundación El Mundo del Superdotado y según la Asociación de Altas Capacidades y Talentos de Alicante (Alasac).
Mientras la Administración autonómica atribuye el aumento de casos a una mejor y mayor detección«gracias a los instrumentos, recursos y formación» que se ofrecen en el sistema educativo valenciano, los padres y los propios directores de los colegios advierten de que la falta de herramientas para estos alumnos es una asignatura pendiente.
«Muchos niños y adolescentes terminan desconectando del sistema educativo por aburrimiento, frustración o incomprensión», lamenta Elena García presidenta de la asociación alicantina, quien sostiene que no hay diferencias reales entre públicos, concertados o privados. «Todo depende del factor humano, del profesor, del orientador, del director o directora que se implique», subraya.
La desmotivación y la incomprensión que sienten estos estudiantes propicia el fracaso escolar
El principal desafío, según Isabel Moreno, presidenta de la Asociación de Directores de Infantil y Primaria de la Comunidad (Adep-PV), es la falta de profesorado especialista en necesidades educativas especiales y la formación de los docentes. Las necesidades educativas especiales incluyen a los niños con altas capacidades, aunque históricamente se ha priorizado a aquellos con dificultades de aprendizaje.
Para las familias, la detección temprana sigue siendo uno de los grandes inconvenientes y el resultado es que muchos alumnos llegan a Secundaria sin haber sido evaluados. «Durante Primaria aguantan sin problemas, pero en la ESO se hunden. Están cansados, no se sienten comprendidos y dejan de estudiar», explica García.
Durante Primaria aguantan sin problemas, pero en la ESO se hunden. Están cansados, no se sienten comprendidos y dejan de estudiar»
Frente a ello, desde la entidad apuntan a los principales retos es romper con los mitos. «No todos los niños con altas capacidades son empollones. Hay perfiles muy distintos: los que se aburren, los que se portan mal, los tímidos, los ansiosos o incluso los que parecen tener TDAH (Trastorno de déficit de atención con hiperactividad y en realidad solo están hartos de esperar», añade la portavoz de la asociación.
Para evitar que los niños superdotados sean confundidos, por eso la formación de los docentes es crucial, para detectar y dar respuestas ágiles, ya que los procedimientos actuales pueden tardar meses en llegar a un diagnóstico, tal y como reconoce la voz que representa a los directores de los colegios en la Comunidad.
El castigo de repetir ejercicios
Sin embargo, para los padres de estos niños talentosos, el fondo del problema va más allá de las altas capacidades: «El sistema está pensado para la media. El que va más lento se esfuerza más de la cuenta, y al que va más rápido se le obliga a esperar. Esa normalización nos hace mediocres y genera fracaso escolar en ambos extremos», lamenta Elena García.
Por eso, la costumbre de pedir a un alumno que repita una y otra vez un ejercicio es visto por esta asociación de familias como una forma de matar la motivación de los alumnos superdotados. «Cuando esto pasa se convierte el aprendizaje en un castigo. Y eso es lo peor que puede pasar. Si un niño ya sabe sumar, no tiene sentido que haga veinte sumas más. Puede aplicar ese conocimiento en ejercicios más avanzados o en proyectos», añade.
Cuando se obliga a repetir a un niño 20 veces un ejercicio se convierte el aprendizaje en un castigo
Sin embargo, otro de los lastres que contribuyen a ese abandono temprano de los estudios es el peso del estigma. Uno de los errores más comunes de los padres es que quieren poner etiquetas. «Nos dicen que no quieren etiquetar a sus hijos. Pero, ¿prefieren que se sienta raro toda la vida? Saber que tiene altas capacidades no le convierte en un superhéroe, simplemente le ayuda a entender por qué aprende distinto», añade la representante de las familias.
La asociación defiende la ampliación horizontal (dar más profundidad y reto al contenido) frente a subir de curso a los alumnos, aunque también ven válida esta opción cuando el propio alumno la solicita. El sistema solo permite acelerar dos cursos en toda la etapa escolar, algo que «para muchos de ellos se queda corto», advierte García.
.A pesar de la incorporación de estos protocolos para altas capacidades, que es muy reciente (forma parte del decreto de inclusión de 2018), para los centros educativos, cada vez más sobrecargados de alumnos con dificultades de aprendizaje y de extranjeros, es todo un reto.
Una profesora impartiendo clases en una imagen de archivo. / PILAR CORTES
Las pruebas
Las altas capacidades se detectan de dos maneras: por sospechas de la familia o por el tutor del niño. A partir de ahí, se activan los mecanismos y se utilizan pruebas específicas. Lo habitual es que desde tercero de Primaria, cuando tienen 8 y 9 años. En Infantil si se llevan a cabo es algo completamente excepcional.
La Conselleria de Educación pone en valor la doble línea estratégica y asegura que la atención y detección de este perfil de alumnado está cubierta por los equipos y departamentos de orientación. Profesionales especializados que se ocupan de identificar y de dar una respuesta educativa a estos alumnos, y cuyas intervenciones son clave para el cambio de mirada y el mayor conocimiento de las altas capacidades. Estas intervenciones y asesoramientos se contabilizaron el curso pasado en 690, y en el presente curso ya se han realizado 178, según el departamento de José Antonio Rovira.
Lo habitual es que los diagnósticos se hagan en tercero de Primaria, cuando tienen 8 y 9 años
Una de las actuaciones que resulta clave es acompañar al alumnado con vulnerabilidades por desadaptación o por sufrir una falta de sincronización en el desarrollo intelectual, social, afectivo, físico y motor, un problema común en estos niños.
Además, la Generalitat cuenta con la colaboración de las universidades para el estudio de las altas capacidades y ha puesto en marcha un programa de formación en los Cefires para el profesorado. Otra de las apuestas que destaca es el contacto con las cinco asociaciones de familias que hay en la Comunidad, las cuales han experimentado un crecimiento exponencial de familias adheridas en los últimos 4 años.

Un taller para familias con hijos con altas capacidades, en Alicante / INFORMACIÓN
Programas específicos
Además de esta estrategia, en la Comunidad hay 68 centros educativos que cuentan con programas específicos para las altas capacidades. Se trata de «Connectats al talent» pensado para impulsar la transformación de centros y la gestión del talento dirigida a todo el alumnado.
Este sistema permite a los equipos educativos generar un plan completo e integral de respuesta educativa para todos los estudiantes. Según la conselleria, su medida principal es el enriquecimiento curricular combinando aspectos tanto académicos como socioemocionales, lo que asegura que el alumnado con altas capacidades reciba una atención personalizada en un formato inclusivo.
Entre los centros que participan de la provincia están los colegios Canales y Martínez (Almoradí), El Palmeral (Alicante), Eloi Coloma (Xixona), Escriptor Canyís (Monòvar), León Felipe (Elche), Los Almendros (Alicante), María Francisca Ruiz Miquel (La Vila) y Santo Domingo (Alicante). En cuanto a IES, lo tienen Andreu Sempere (Alcoy), Carrús (Elche), Figueras Pacheco (Alicante), Gran Vía (Alicante), Josep Iborra (Benissa), La Mola (Novelda), Marina Baixa (La Vila), Montserrat Roig (Elche),Pedro Ibarra Ruiz (Elx), Radio Exterior (Alicante), Sixto Marco (Elche) y Tirant lo Blanc (Elche).
Apoyo para los grandes talentos
Programación, debates de actualidad e inteligencia emocional. Son algunas de las principales áreas que entrenan los alumnos superdotados en los talleres que organiza la Asociación de altas capacidades y talentos Alicante. Dos veces al mes, la entidad organiza actividades tanto para los estudiantes, como para los padres, donde comparten experiencia con personas que están en su misma situación.
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