Tenían
el cuerpo lleno de picaduras de pulgas e insectos porque su padre no
les proporcionaba condiciones de higiene mínimas e incluso, a uno de
ellos, ni la medicación que tenían pautada. Las víctimas son dos
hermanos menores de edad de A Coruña y hechos como estos han
supuesto condena de 3 años y cuatro meses de prisión para su padre.
Tanto
los informes psicológicos como las fotografías de la casa
demuestran el auténtico infierno que este hombre hizo pasar a sus
hijos. Fue entre 2019 y 2021, los fines de semana que convivían con él, tal y como se recoge en una sentencia del Juzgado Número 3 de A Coruña hecha pública este lunes.
Un relato de terror y abandono
Cuando comenzó el calvario, tenían
cinco y nueve años. Ahí, empezaron a ser víctimas de una violencia física y psíquica continuas. Agresiones, insultos y vejaciones estaban a la
orden del día. Llegó a obligar al menor a tragarse su vómito y a
encerrar a su hermana en una habitación a oscuras.
No suministraba a su hijo el tratamiento médico que tenía pautado”
Esto,
en una casa que no cumplía ni las mínimas condiciones de habitabilidad,
hasta el punto de que los menores llegaron a tener «el cuerpo lleno de picaduras de pulgas e insectos» debido a la insalubridad de la vivienda. A esto, se suman
insultos «de manera frecuente» y golpes «en la cara, en las piernas o en el culo» al hijo ante cualquier comportamiento que contrariaba
al hombre, según el fallo. Además, se negaba a suministrar al niño «el tratamiento médico que tenía pautado” y no alimentaba a los niños «en debida forma».
Seis delitos de maltrato
Por
todo este horror, el juzgado coruñés condena al hombre a algo más
de tres años de prisión. Lo considera autor de hasta seis delitos
de maltrato doméstico y habitual, además de incumplir los deberes legales de asistencia.
Imagen de archivo del mazo de una jueza
La sentencia considera al hombre autor de dos delitos de maltrato doméstico, dos delitos continuados de maltrato habitual, un delito de maltrato habitual en el domicilio común y un delito de incumplimiento de los deberes legales de asistencia. Además de la pena de prisión, el fallo impone al acusado 40 días de localización permanente, la prohibición de aproximarse o comunicarse con sus hijos durante 11 años y medio y la privación de la patria potestad durante nueve años. También deberá abonar una indemnización de 12.000 euros a las víctimas.
La credibilidad de las víctimas, clave
El magistrado considera «plenamente creíbles los testimonios de los menores«, ya que subraya que «no se atisban razones por las que hubiesen querido mentir». Los informes psicológicos aportados a la causa confirman el malestar emocional y los síntomas compatibles con las situaciones de maltrato que padecían.

Audiencia Provincial de A Coruña
Por otro lado, el informe de la trabajadora social y las fotografías de la vivienda han sido cruciales para demostrar que «las condiciones de la casa eran inadecuadas para el cuidado de unos niños«. A pesar de que el acusado ha negado los hechos, el juez concluye que el conjunto de la prueba de cargo «lo desmiente de manera contundente«.
La sentencia dictada por el Juzgado de lo Penal número 3 de A Coruña no es firme, por lo que contra ella cabe presentar un recurso de apelación ante la Audiencia Provincial de A Coruña.













