Reino Unido obliga a revisar el coche con estas reglas: muy diferentes a España

Dos sistemas con el mismo objetivo, pero caminos distintos

Mientras en España la ITV depende de estaciones autorizadas y tarifas variables según la comunidad autónoma, en Reino Unido el control recae en el MOT Test. Este examen técnico es gestionado por el Gobierno británico a través de talleres certificados, que actúan como puntos oficiales de inspección. No existen grandes centros como los españoles: aquí es el taller el que aprueba o rechaza el vehículo.

El propósito, sin embargo, es el mismo: verificar que cada coche cumple los requisitos mínimos de seguridad y emisiones. La gran diferencia está en cómo se aplica la normativa y qué ocurre cuando el vehículo no supera la prueba.

Cómo se pasa el MOT Test

Un examen anual con tarifa fija

El MOT se realiza de forma anual a partir del tercer año de matriculación del vehículo. Su precio está regulado por el gobierno: 54,85 libras, unos 62 euros al cambio. Esa tarifa es igual para todo el país, sin distinciones regionales ni variaciones por tipo de taller, algo impensable en el sistema español.

Más libertad, pero también más control

El conductor elige el taller donde realizar la inspección, siempre que esté autorizado para emitir el certificado MOT. Esto permite más flexibilidad, aunque el proceso sigue siendo muy estricto. Cada taller debe enviar los resultados directamente al registro del Ministerio de Transporte, lo que garantiza la trazabilidad y evita manipulaciones.

Qué ocurre si el vehículo no pasa la inspección

La gran sorpresa para muchos españoles llega cuando su coche no supera el test. En Reino Unido, si el resultado es desfavorable, no basta con arreglar el fallo y volver a presentarse: el coche debe someterse de nuevo a una revisión completa. Es decir, el segundo examen repite el proceso íntegro, y si aparece cualquier nuevo defecto, el vehículo vuelve a ser rechazado.

En España, por el contrario, la segunda ITV suele centrarse únicamente en los puntos que provocaron el rechazo inicial. Este enfoque británico busca evitar que se “parchee” el problema y obliga a mantener el vehículo en perfecto estado general.

Factores que influyen en el resultado

El clima, un enemigo silencioso

Las condiciones meteorológicas del Reino Unido, con humedad constante y bajas temperaturas, afectan directamente al mantenimiento. La corrosión del chasis o los sistemas de escape oxidados son causas habituales de suspenso en el MOT Test, algo menos frecuente en climas más secos como el español.

La antigüedad del parque móvil

El Reino Unido cuenta con un parque automovilístico envejecido. Por eso, el Gobierno mantiene un control riguroso sobre los fallos mecánicos y el estado estructural de los vehículos, incluso en los modelos más antiguos. En España, la tendencia es similar, pero con una red de ITV centralizada.

Qué deben saber los españoles que conducen allí

  • El certificado MOT es imprescindible para circular. Sin él, el vehículo no puede estar asegurado ni renovarse el impuesto de circulación.
  • El test sólo puede realizarse en talleres acreditados por el Ministerio de Transporte británico.
  • El coste está fijado por ley y no varía según la región ni el tipo de vehículo particular.
  • En caso de no superar la prueba, el conductor deberá repetir la inspección completa, no solo los puntos reparados.

Un modelo más estricto, pero transparente

En esencia, el MOT Test británico y la ITV española persiguen la misma meta: garantizar que los coches sean seguros y eficientes. Sin embargo, el modelo del Reino Unido destaca por su uniformidad, precios fijos y control digital directo. Puede resultar más severo, pero también más transparente y menos burocrático.

Para los conductores españoles que viven en Reino Unido, conocer estos matices evita multas, retrasos y malentendidos. Al final, ambos sistemas comparten un mensaje claro: mantener el coche en buen estado no es una opción, sino una obligación.

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