La abogada del novio de Isabel Díaz Ayuso, del juez Peinado y del rey emérito, Guadalupe Sánchez, ha emprendido la ofensiva contra Vox, más concretamente contra el diputado de Vox Carlos Quero, protagonista esta semana por su ascenso en el organigrama de la formación ultra y por un discurso en materia de vivienda de marcado carácter falangista que pone en el centro al obrero español, pero discrimina al extranjero.
En un mensaje ya eliminado, ya sea por retractación, arrepentimiento o cualquier otra razón, Lupe Sánchez citaba el discurso de Quero y firmaba: «Esta película ya la he visto. No acaba bien [inserten su insulto / delito de odio en las respuestas. Gracias]«. El discurso de Quero contenía críticas muy directas a Isabel Díaz Ayuso y su inacción en políticas de vivienda, además de afear que se estuviera vendiendo Madrid a los inversores extranjeros para que especulen con la vivienda en los barrios. Un punto de partida común a las críticas del espectro progresista a la presidenta madrileña, pero que enseguida deriva a tintes racistas al poner el tiro sobre la clase trabajadora inmigrante.
Algunos usuarios en redes sociales están comparando este discurso de Quero, por sus tintes populistas, con las primigenias intervenciones de Pablo Iglesias en Podemos. De ahí que la abogadísima exprese que «ya ha visto» esta película y que «no acaba bien».
🇪🇸 Carlos H. Quero | «Madrid Sur en Pie»…👇🏼 pic.twitter.com/bFTCHHAnyx
— LorenC (@PG14500) November 6, 2025
La ascensión de Carlos Hernández Quero en el entramado de la extrema derecha española está minuciosamente calculada. El diputado de Vox en el Congreso de los Diputados ya sustituyó a Juan García-Gallardo, exlíder en Castilla y León, en el Comité Ejecutivo Nacional y ahora hará lo propio con Ortega Smith. Una sucesión que marca la pauta del cambio de estrategia de Vox, que pasa de las recetas neoliberales aplicadas antaño a un discurso con colores joseantonianos, donde el obrero se convierte en el centro del discurso contra los abstractos del poder empresarial y contra la clase trabajadora extranjera.
Hernández Quero es un perfil joven, de estética desenfadada, que se aleja del servilismo a las grandes fortunas. Esta posición ideológica, que puede ser especialmente sugerente para un electorado descontento con la situación de la vivienda y del mercado laboral, esconde otras líneas muy peligrosas, ya que asienta el discurso de odio al inmigrante en los barrios y recupera fórmulas populistas de antaño fáciles de hacer calar en el electorado, pero vacías de contenido. Es precisamente la facilidad de asunción de estos postulados, su fuerte carga emocional y las referencias a un tema tan controvertido como la vivienda, lo que ha sembrado la preocupación en los despachos de Génova y Sol, que podrían perder parte de su electorado si este discurso hace mella en los jóvenes españoles y especialmente en los madrileños.














