¿Quién pierde con la marcha del Low Festival de Benidorm?

Cuesta pensar en un Benidorm sin Low Festival. Pero también en un Low Festival sin Benidorm. Pocos eventos culturales alcanzan una simbiosis tan orgánica con el lugar que los acoge. Producciones Baltimore abrió la puerta a otro tipo de turismo en la ciudad de los rascacielos: un turismo joven, inquieto y cultural. Le tendió la mano a un Ayuntamiento que supo ver en aquella propuesta una oportunidad de diversificación económica y de reposicionamiento de marca. La apuesta resultó ser un acierto: el Low se convirtió en la gallina de los huevos de oro. Todos querían al Low y, por tanto, todos amaban Benidorm.

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