Después de 13 años de silencio, Oriol Pujol, exsecretario general de Convergència e hijo del expresident de la Generalitat Catalana Jordi Pujol, se ha pronunciado sobre el juicio que su familia deberá afrontar a partir del próximo 24 de noviembre en la Audiencia Nacional. En una entrevista en Catalunya Ràdio, ha reconocido que es «vergonzante» haber tenido dinero en Andorra, un hecho que ha confesado que él conoció en 1992, pero se ha mostrado convencido de que el proceso «irá bien» y de que acabará con una «absolución». La Fiscalía pide nueve años de cárcel para el expresidente y entre ocho y veintinueve para sus siete hijos.
El quinto hijo del expresident también se ha pronunciado sobre el estado de salud de su padre y ha reclamado al tribunal que le deje declarar desde su casa en Barcelona por videoconferencia para ahorrarle el desplazamiento a Madrid. «Él tiene ganas de ir, pero el cuerpo no le aguanta, puede ser bastante mortal, dicho esto como expresión pero también un poco literal«, ha afirmado.
La defensa del expresident solicitó hace unos días que su comparecencia y declaración en el juicio se pudiera hacer por vía telemática. Pero no solo esto, como avanzó el miércoles EL PERIÓDICO, los abogados de Pujol también reclamaron que los médicos forenses le examinaran para «evaluar su deterioro cognitivo» y determinar su «capacidad o incapacidad», por «demencia sobrevenida», de «autodefensa» en el juicio. El documento alegaba que el exlíder de Convergència cuenta con «marcadores de alzhéimer en la sangre» y una «severa alteración de la memoria verbal […] que le lleva a confundir hechos y personas».
En la misma entrevista, su hijo ha reconocido que tiene «problema de habla» y que «le cuesta recordar nombres de los hijos o de los nietos», pero ha asegurado que esto no significa que sea «un hombre inservible o que sea necesario inhabilitarlo». «El cuerpo está castigado, débil, frágil, arrastra dolores, incomodidad y escoliosis», ha añadido. Sin embargo, ha sostenido que quiere defenderse ante el tribunal, al tiempo que ha afirmado que el proceso judicial ha querido acabar políticamente a su padre y que desde Catalunya también se ha producido un «proceso de ridiculización». Asimismo, ha afirmado que la prueba incriminatoria es «muy débil» y que las «anomalías» hechas durante el proceso han sido «bestiales».
Once años después de la confesión del dinero en Andorra, Oriol Pujol se ha mostrado convencido de que «Catalunya ha acabado entendiendo» a su padre, porque dice que se ha visto que detrás de las acusaciones había una «dirección política» para obtener su «cabeza». «Cuándo iba bien Catalunya? ¿Cuándo empezó a ir mal? La Catalunya que iba bien era la de Pujol. Veo voluntad de recuperarla», ha afirmado, al tiempo que ha agradecido al actual president de la Generalitat, Salvador Illa, haber incluido a su padre en la ronda de reuniones con sus antecesores. «Tiene un alto sentido de la institución», ha rematado.
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