Niños felices

La violencia verbal, trocada en despotismo permanente en nuestro entorno, magnificada a través de la tecnología y dueña de una gran parte de las noticias, incluido el debate político, constituye un virus maléfico que infecta muy rápido todas las esferas de la vida social. Un rencor dañino que se cuela en las aulas y engendra diligentes secuaces en las artimañas de martirizar a sus compañeros, extremadamente vulnerables en las primeras etapas de la existencia.

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