Perdió el París Saint-Germain, pero no fue la peor noticia que recibió Luis Enrique. Hakimi se retiró en la última jugada de la primera parte con una lesión de tobillo que pintaba muy mal, a juzgar por las lágrimas del desconsolado lateral, y Dembelé tambié se marchó con un pinchazo muscular tras ver cómo se le anulaba un gol mmediada la primera parte. Pésimas nuevas para los campeones de Europa que no fueron capaces de sortear el planteamiento defensivo de un Bayern que primero apretó muy arriba y luego se pertrechó con orden en su área para llevarse una lustrosa victoria de más pedigrí que trascendencia.
París Saint-Germain y Bayern escenificaron en el Parque de los Príncipes un combate entre pesos pesados. Como si del Madison Square Garden se tratase, parisinos y muniqueses saltaron a medir su pegada en un duelo entre los dos primeros clasificados de la liguilla de Champions. Un encuentro con un ritmo altísimo y la sensación permanente de que cada jugada escondía una ocasión de gol.
Apreciación que se confirmó pasados los tres minutos, cuando la alta presión alemana obtuvo rédito tras recuperar una pelota con una asistencia majestuosa de Gnabry que plantó a Olise ante Neuer y el rechace lo aprovechó Luis García para adelantar a los suyos. Observaba desde la tribuna Luis Enrique las apreturas iniciales de los suyos, que no terminaban de fluir ni por el medio, con Vitinha y Fabián bloqueados, ni por los carriles, con Hakimi y Nuno neutralizados. Apenas se asomaba Kvaratskhelia, mientras enfrente el Bayern era un rodillo coral con Kimmich y Pavlovic llevando la presión muy alta en campo rival.
Dembelé y Hakimi, lesionados
Pudo empatar el PSG en su primer despliegue completo, una jugada en la que Fabián voleó un centro de Barcola y Dembelé remachó adelantado a gol. No solo no subió el tanto al marcador, además el vigente Balón de Oro se lesionó en la jugada y se marchó siendo sustituido por Kang In Lee. Disfrutó de otra gran ocasión Barcola, pero se le hizo demasiado grande Neuer en la salida. Y entonces el Bayern volvió a estirarse. A la media hora Gnabry avisó con un disparo que se topó con el palo de Chevalier. Y dos minutos más tarde Marquinhos cometía un error infantil y el hambre insaciable de Luis Díaz le permitía aprovecharlo, abriendo más brecha en el marcador.
Luis Díaz se dispone a disparar en la jugada del primer gol del partido entre el PSG y el Bayern de Champions en París / CHRISTOPHE PETIT TESSON / EFE
Justo premio a la audacia teutona y al tiempo severo castigo para un espeso PSG. Más severo aún cuando unos minutos después una entrada tardía de Díaz a Hakimi le sacó del campo en la última jugada de la primera mitad. Además, el colombiano dejaba con diez a los de Kompany después de que el italiano Marini mostrase la roja al delantero tras revisarlo en el VAR. Para más inri, era el cumpleaños de Achraf, que se marchaba entre lágrimas con lo que parecía una lesión grave de tobillo, algo que en las primeras exploraciones pareció descartarse.
Metió más acero Kompany en el descanso, al quedarse en inferioridad, con Bischof sumándose a la medular en lugar de Gnabry. El partido se mudó al área de Neuer, que comenzó a tener más trabajo, con las llegadas por los carriles de los carrileros parisinos. El Bayern ralentizaba el juego y gestionaba su ventaja, tratando de enfriar el ímpetu de los de Luis Enrique, que ya había bajado a la banda. Vitinha comenzó a aparecer, volcando los ataques por la izquierda con Nuno Mendes y Kvaratskhelia. Pero se defendía ordenadamente el conjunto teutón sujetado atrás por Tah y Upamecano.
Afiló su propuesta ‘Lucho’ apostando por Joao Neves y Gonzalo Ramos y los cambios vitaminaron al PSG, que redobló las llegadas, provocando una parada decisiva de Neuer a lanzamiento del primero. Era un aviso de lo que ocurriría en el minuto 73, cuando un centro al área de Kang In Lee al área fue rematado de forma poco ortodoxa a la red por Neves. El PSG volvía a creer, que obligó a Neuer a salvar un mano a mano ante Zaïre-Emery. Para entonces el Bayern se había abrazado indisimuladamente a su perfil más numantino metiendo al chino Minjae por Olise. Llegó a cantar el Parque de los Príncipes el empate en un remate de Joao Neves que Neuer acompañó con la mirada, pero la pelota salió por centímetros. Se le hizo larguísimo el final a los muniqueses, que celebraron efusivamente el triunfo tras el pitido final de Marzali.
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