El informe de la UCO a la Audiencia Nacional, sobre ‘Análisis de las contrataciones formalizadas por parte de Canarias’ durante la Covid con Ábalos/Koldo, ha servido para ilustrar los tratos de la presunta organización criminal con el Gobierno balear de Francina Armengol. Tras la venta de cuatro millones de euros en mascarillas fraudulentas, el comisionista Víctor de Aldama se felicita en sendos audios del segundo pelotazo obtenido gracias al PSOE balear, ahora en el terreno de las pruebas PCR para la detección del coronavirus. «Baleares ya han dicho OK», sella el acuerdo por parte de los vendedores, que volverán a obtener un beneficio millonario.
Aldama actuaba en el segundo asalto en representación de los laboratorios Eurofins Megalab, el ramal de la trama para las pruebas ligadas a la detección de la covid. El asesor socialista Koldo García había puesto literalmente al Govern de Armengol, a la que se dirigía como «cariño», a los pies de la empresa representada por el también imputado y en su día detenido Ignacio Díaz Tapia. Por indicación de la presidenta, la consellera Patricia Gómez interrumpió sus vacaciones de agosto de 2020 para aceptar a domicilio la imposición de los vendedores de la trama. El PSOE tuvo que retorcer la legislación para imponer los análisis, una obligatoriedad declarada posteriormente nula por unanimidad del Tribunal Constitucional.
Las dificultades de adaptar a la legislación las exigencias de la trama, obedecidas a pies juntillas por el Gobierno de Armengol, retrasaron el acuerdo hasta finales de noviembre y principios de diciembre del mismo 2020, que son las fechas donde encajan las comunicaciones ahora desgranadas por la UCO y entregadas al juez.
Desde el prisma contractual, es interesante que Víctor de Aldama enfatice que ha recibido la aprobación verbal del Govern, demostrando en su forma de actuar la subordinación de las autoridades sanitarias a su voluntad. En conversación con Díaz Tapia de Megalab, el audio indica «buenos días de nuevo. Me acaban de llamar de Baleares, acaban de dar el OK para empezar mañana. Voy a organizar todo ahora, que quieren una web y un montón de cosas. Así que a ver si las tengo listas para esta tarde, mañana, y ya han dicho que OK».
El audio no efectúa ninguna consideración burocrática, como si el acuerdo estuviera fijado en todos sus puntos por la misma trama. De hecho, y según adelantó Diaro de Mallorca, el Gobierno de Armengol anunció PCR masivas el mismo día en que Koldo ordenó que se estableciera el procedimiento. La consellera socialista ocultó a una comisión parlamentaria sus contactos explícitos con la trama corrupta, con una negación en falso ante la pregunta de si había establecido algún tipo de comunicación.
Siempre desde su posición de liderazgo, Aldama detalla en un segundo audio las condiciones contractuales que en su versión se sellaron con el Govern Armengol. El comisionista señala que «empiezan con un contrato pequeño de treinta mil euros. Dicen que es lo que pueden hacer de principio». Se observa de nuevo el planteamiento de un PSOE sumiso a las indicaciones emanadas de la trama. Siempre bajo la dirección de los contratantes y con la aquiescencia socialista, se propone «ir renovando ese contrato a medida que vayan funcionando». Al margen de los argumentos que le asistan, el comisionista confeso se pronuncia como si estuviera al frente de la administración balear, por no hablar del fraude previo de las mascarillas. Según los investigadores, los contratos de mayor enjundia tendrían lugar en 2021, por una cifra cercana a los siete millones de euros.
Solo dos comunidades autónomas negociaron las PCR de la supuesta organización criminal en el segundo pelotazo, Balears y Canarias. Por lo menos, en el archipiélago atlántico tuvieron que vencer las reticencias de dirigentes de la sanidad canaria como Conrado Domínguez. La entrega absoluta del Gobierno de Armengol no solo es reconocida explícitamente por la trama, sino que utilizan los resultados obtenidos del PSOE balear como ariete para penetrar en el ejecutivo canario. De nuevo en boca de Aldama, «yo ahora diré al de Canarias, lo voy a llamar para decirle, oye, de Baleares ya han dicho OK. Para que se ponga en marcha también él».










