El exmagistrado de la Audiencia Nacional, Manuel García-Castellón, ha criticado con dureza el uso del término ‘lawfare‘ por parte del Gobierno de España para señalar a ciertos jueces. Durante una entrevista en ‘El Cascabel‘ de TRECE, ha afirmado que estas acusaciones son en realidad un señalamiento por «prevaricación» y ha lamentado que se lance «el manto de la sospecha sobre todos».
Una estrategia para destruir al juez
García-Castellón ha retado a quienes hablan de ‘lawfare’ a que, si creen que existe prevaricación, presenten «una querella, una denuncia por prevaricación». Para el exmagistrado, esta práctica busca desprestigiar al juez que investiga a los «poderosos sociales, económicos o políticos«. «En estos 30 años ha sido así, es la búsqueda de la destrucción de aquella persona que trata de investigar a los poderosos», ha sentenciado.
Cuando hablan de la LAWFARE, en realidad no quieren decir lo que significa, que es prevaricación»
El jurista ha calificado de «poco presentable» que el Gobierno acuse de ‘lawfare’ a los jueces que investigan casos que afectan a su «entorno personal y político«. En este sentido, ha mostrado su apoyo al «juez Peinado«, que investiga a la esposa del presidente, recordando que sus decisiones han sido avaladas por hasta «siete magistrados» en distintas instancias judiciales.
El ‘caso Ábalos’ y la condena por indicios
Preguntado por la situación del exministro José Luis Ábalos, procesado por cohecho y organización criminal, García-Castellón ha evitado opinar sobre la «perplejidad» mostrada por otro magistrado ante el hecho de que siga siendo diputado. Ha señalado que «legalmente puede» mantener su escaño en el Grupo Mixto y que «él sabrá por qué lo hace».
En un plano más general, y ante el argumento de que no aparece el dinero de las presuntas comisiones, ha confirmado que es posible una condena sin la prueba material del delito. «Se puede llegar a una hipotética condena aunque no exista la prueba fundamental de delito, si hay una conjunción de indicios lo suficientemente poderosos», ha explicado, poniendo como ejemplo las condenas por asesinato en las que «el cadáver no aparece«.
‘Desjudicializar la política’: una petición de impunidad
Finalmente, el exmagistrado se ha mostrado muy crítico con la expresión «hay que desjudicializar la política«, utilizada por algunos políticos. Para García-Castellón, esta frase suena «fatal» y la interpreta como una «petición de impunidad» para la clase política. «Si usted comete un acto delictivo, pues tendrá que responder», ha concluido, defendiendo la imagen de una justicia imparcial que no distingue de poder.













