Los problemas del Valencia CF se replican, pese a los cambios de entrenador. El movimiento de piezas en el banquillo ha sido una constante durante la etapa de Peter Lim al frente de las acciones del club. Sin contar al argentino Juan Antonio Pizzi, el primero a quien el asiático mandó a la calle, incluso sin haber hecho efectiva la compra y las seis veces en las que Voro actuó de interino, Carlos Corberán es el undécimo técnico que ha asumido las riendas del equipo.
La inestabilidad ha afectado a los rendimientos de la mayoría de las plantillas que han vestido la camiseta blanquinegra en este periodo. Especialmente, en el último lustro. Desde la pandemia, la desinversión se ha visto reflejado casi de modo matemático en los pobres resultados en la Liga y, por ende, en la ausencia de las competiciones europeas. Y, de manera especial, el Valencia se ha desequilibrado en su papel como visitante.
En la actualidad, a falta de que este lunes el Real Oviedo y el Atlético Osasuna cierren la jornada 11, el conjunto de Corberán es junto a los navarros, quienes suman un partido menos, el peor visitante de la temporada 2025/26. Siete de los nueve puntos de los valencianistas han llegado con las victorias en Mestalla frente al Getafe y el Athletic, además del empate inaugural con la Real Sociedad. Los otros dos se obtuvieron en los desplazamientos al RCDE Stadium del Espanyol (2-2) y al estadio del Alavés (0-0), Mendizorroza.
Pobreza de puntos y de imagen en grandes escenarios
Con un partido menos a domicilio que el Valencia, en la lista de los peores visitantes siguen Girona y Real Sociedad, aunque los dos tienen una mejor diferencia goleadora que los valencianos (-12), gravemente afectados por las humillantes derrotas en Barcelona (6-0) y Madrid (4-0). El equipo ha encajado 15 dianas en seis partidos lejos de casa, mientras que únicamente ha anotado tres. Los dos de Cornellà-El Prat, obra de Hugo Duro y Danjuma, y el tanto estéril de Diego López en el 2-1 de Girona.
Los doce peores equipos de la Liga como visitantes / Sofascore.com
Los males de los blanquinegros sin el amparo de su afición vienen de muy atrás. De hecho, este sábado se cerró un ciclo de diez partidos entre las dos últimas visitas al Santiago Bernabéu. El impulso que se esperaba desde el sorprendente triunfo del 5 de abril, gracias al cabezazo final de Hugo Duro en el 95′, nunca terminó de cuajar como una realidad. Entre tanto, el grupo de Corberán se ha dejado en los caminos lejos de Mestalla 23 de 30 puntos en disputa. Solo hubo una victoria más, el 2-3 cosechado en Las Palmas un mes después. El resto, empates en Vallecas con el Rayo (1-1), en el Villamarín con el Betis (1-1) -además de los dos del presente curso-, y derrotas en Vitoria con el Alavés (1-0) -esta truncó el efímero sueño europeo de primavera-; y ya esta temporada, en Pamplona con Osasuna (1-0) y las mencionadas en Barcelona, Girona y Madrid.
En todo este periplo, en el que el Valencia encajó veinte goles en esa decena de partidos, únicamente la Real Sociedad y Osasuna han sumado menos puntos como visitantes. La debacle en la distancia del equipo, no obstante, está enraizada desde hace cinco años. Hasta el sonado 1-2 con el que se ganó al Real Madrid había transcurrido todo un año sin un triunfo a domicilio. El anterior, aquel 0-1 gracias a una acción de André Almeida en el Sadar. Fue el 15 de abril de 2024. De abril a abril, el conjunto no supo lo que era llevarse los tres puntos de ningún escenario que no se fuese Mestalla.
Marcelino, un antes y un después
La destitución de Marcelino, en septiembre de 2019, como en tantos otros síntomas del enfermo, marcó un antes y un después en cuento a la capacidad de conquistar plazas ajenas. En los años posteriores al entrenador asturiano, el único Valencia que ha funcionado relativamente como visitante fue el de José Bordalás. El suyo acabó la Liga 2021/22 como el noveno mejor en este terreno con 23 puntos, cerca de la mitad del total (49) que le permitió acabar la clasificación real en esa misma posición.

Marcelino, en la final de Copa ante el Barcelona en 2019 / REUTERS
El bagaje de Bordalás ha sido el más positivo desde el extraordinario rédito con Marcelino a domicilio. En 2018, gracias a nueve partidos ganados y cuatro empates, el Valencia es el cuarto mejor de la Liga en los desplazamientos superando la treintena de puntos. Y, al año siguiente, la posición todavía fue mejor: segundo, merced a 30 puntos.
Posteriormente, salvo la excepción con el actual míster del Getafe, nada parecido. Lejos de casa, en 2020, el equipo de Celades y Voro solo hizo 13 puntos del global (53), hasta 16 equipos compitieron mejor que aquel. El Valencia de Javi Gracia y Voro acabó como el segundo peor con 12 unidades. Tras la marcha de Bordalás, llegó el turno de Gennaro Gattuso, reemplazado por Baraja en febrero. Ese año futbolístico concluyó en mayo de 2023, nuevamente, con apenas 13 puntos a domicilio. El vallisoletano mejoró al año siguiente de la decimoséptima plaza, en dicho aspecto, hasta la décima, con 19 puntos… aunque las derrotas sin el calor de Mestalla, diez, doblaron el número de victorias.
Hoy en día, el equipo vuelve a sufrir angustia a volar del nido. No conoce la victoria desde el 3 de mayo, día en que lo consiguió en Las Palmas de Gran Canaria. Tres puntos que acercaban la plaza de Conference League. Aunque, desde entonces, los blanquiengros no han vuelto a responder como visitantes y, poco a poco, el discurso europeo fue dejando paso a cotas menores: zona media, salvación…












