La actual Knesset, el Parlamento israelí, continúa transformando el país. Esta vez con un proyecto de ley que aprueba la pena de muerte para aquellos prisioneros palestinos condenados por terrorismo. Los que maten a israelíes por «motivos nacionalistas», según recoge la legislación, sufrirían la pena capital. Sin embargo, el proyecto no se aplicaría a israelíes que asesinen a palestinos en circunstancias similares. El primer ministro, Binyamín Netanyahu, ha dado apoyo a esta iniciativa, impulsada por el partido de extrema derecha Poder Judío, dirigido por el ministro de Seguridad Nacional, el colono Itamar Ben Gvir.
Ha sido el Comité Ministerial de Seguridad Nacional quien ha aprobado este lunes la tramitación del proyecto en la primera de sus tres votaciones. Así los ultraderechistas allanan el camino para ser debatida en el pleno legislativo muy pronto, tanto como este miércoles, según medios israelíes. Antes de la votación, el coordinador de Rehenes y Personas Desaparecidas, el general de brigada en reserva Gal Hirsch, ha informado que Netanyahu apoyaba la medida. El representante ha señalado que las objeciones previas se habían vuelto «irrelevantes» tras la liberación de los cautivos por parte de Hamás el mes pasado y su demora en entregar los cuerpos que aún quedan en el enclave palestino. Todavía hay ocho.
Sin posibilidad de conmutar
Anteriormente, los funcionarios de seguridad se habían opuesto a la legislación por poner en peligro a los rehenes israelíes retenidos por facciones palestinas en Gaza. Ahora, la situación es otra. Según Hirsch, este proyecto legislativo es «una herramienta más en la caja de herramientas que nos permite luchar contra el terrorismo y asegurar la liberación de los rehenes». «Esta ley no deja margen de discrecionalidad», ha insistido Ben Gvir durante el debate. «Si se permite la discrecionalidad, se demuestra que no se comprende que todo ha cambiado aquí», ha repetido. El texto propone que un terrorista condenado por asesinato motivado por racismo u hostilidad hacia un público particular sea sentenciado a muerte de manera obligatoria, sin que sea opcional o quede a discreción del tribunal.
Esta propuesta busca establecer que la pena de muerte pueda ser impuesta por mayoría de los jueces y que una sentencia de muerte final no pueda ser conmutada. Ben Gvir lleva meses presionando para que se apruebe esta ley. «Quiero que no haya ningún incentivo para que secuestren; una vez que un terrorista que haya cometido un asesinato sepa que está sujeto a la pena de muerte, no habrá vacilaciones ni remordimientos», ha dicho durante el debate, en el que ha subrayado que esto supone «un cambio en la doctrina de seguridad de Israel». «Todo terrorista que pretenda matar debe saber que solo hay un castigo posible: la muerte», ha añadido. El incendiario ministro ha agradecido a Netanyahu por su apoyo a la iniciativa legislativa.
Más de 11.100 detenidos
Hace una semana, Ben Gvir publicó un vídeo frente a presos palestinos maniatados en el que exigía la pena de muerte para terroristas. Antes, había vertido amenazas contra Netanyahu de que dejaría de votar con su coalición si el proyecto no era sometido a votación parlamentaria antes de este domingo. Hamás, por su parte, ha criticado la aprobación. «Encarna la repugnante cara fascista de la ocupación sionista y constituye una prueba más de la violación, por parte de la ocupación [Israel], del derecho internacional, en particular el Derecho Internacional Humanitario y el Tercer Convenio de Ginebra», ha dicho en un comunicado.
«Exigimos a Naciones Unidas, a la comunidad internacional y a las organizaciones de derechos humanos pertinentes que tomen medidas urgentes para detener este crimen brutal y que formen comités internacionales para ingresar a los centros de detención, inspeccionar las condiciones de los prisioneros palestinos y denunciar las atrocidades cometidas allí bajo la supervisión oficial de las autoridades de ocupación», ha añadido. La semana pasada las autoridades israelíes renovaron la prohibición de visitas de la Cruz Roja a los miles de presos palestinos retenidos en las cárceles israelíes.
Durante los dos últimos años, las fuerzas de seguridad israelíes han incrementado las detenciones de palestinos en todos los territorios ocupados. Al menos 11.100 personas se encuentran entre rejas en cárceles israelíes, y unas 3.500 están bajo régimen de detención administrativa, lo que supone que están retenidos sin cargos ni juicios. Se cree que el número real de detenidos es mucho mayor, porque Israel restringe la información sobre el paradero de muchos de ellos, especialmente de aquellos arrestados en Gaza. Desde el 7 de octubre de 2023, al menos 81 palestinos han muerto en las cárceles israelíes, incluido un niño.
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