Criteria, el brazo inversor de la Fundación La Caixa, completa la reordenación que inició el pasado abril con la sorprendente salida de su consejero delegado, Ángel Simón, apenas 15 meses después de acceder al cargo. El mayor ‘holding’ inversor de España ha anunciado este lunes la «adaptación» de su plan estratégico 2025-2030, presentado hace solo un año y medio, al plan estratégico que presentó la propia fundación el pasado junio. Como principales hitos, ahora prevé disponer de una capacidad de inversión de hasta 8.000 millones de euros en los cinco años y poner a disposición de la fundación más de 4.000 millones para que esta los destine a sus programas sociales, de investigación y becas, y de cultura.
Isidre Fainé, presidente de las dos entidades, ya lo adelantó cuando presentó la nueva estrategia de la fundación antes del verano: «El plan dibuja el marco de actuación para que la fundación y CriteriaCaixa operen de manera coherente y coordinada para alcanzar su objetivo común: la atención y el desarrollo de su obra social mediante la gestión adecuada de su patrimonio». Aquella alusión a la gestión adecuada del patrimonio se interpretó en el contexto de la salida de Simón, que según apuntaron entonces fuentes próximas a la entidad había que enmarcarla en distintas inversiones que no fueron vistas con buenos ojos por parte de la fundación.
Frente a estas discrepancias, el ‘holding’ apunta a querer volver ahora a su tradicional perfil más prudente y discreto, frente a la ambición y la voluntad pública de «influencia» que esgrimía Simón. «Con el objetivo de preservar y hacer crecer el patrimonio de la fundación, Criteria focalizará sus inversiones en proyectos centrados en la obtención de rendimientos recurrentes, sostenibles y responsables. Asimismo, promoverá en sus empresas participadas la creación de valor con una visión de largo plazo», ha apuntado el ‘holding’.
Responsable y sostenible
Durante la presentación de la adaptación del plan a los empleados, Fainé se ha pronunciado en esa misma dirección. «Esta hoja de ruta revisada mantiene el mismo norte que siempre hemos perseguido: dotar de dividendos y hacer crecer el patrimonio de la fundación para de ese modo seguir reforzando las capacidades de la obra social que ha sido, es y será nuestra seña de identidad. Aplicando políticas de inversión responsables y sostenibles que maximicen el impacto social positivo», ha sostenido.
También José María Méndez, sustituto de Simón pero con el cargo de director general, ha apuntado en el mismo sentido, al destacar la responsabilidad del ‘holding’ como gestor del patrimonio de la fundación y la «importancia del rigor y la independencia en la toma de decisiones, así como la excelencia en los procesos de análisis de inversión, la eficacia en la gestión y la eficiencia en resultados». «Nuestro objetivo es la creación de valor a largo plazo y el dividendo social que hace posible la acción transformadora de la fundación», ha afirmado el exdirector general de la patronal bancaria CECA, también presidida por Fainé.
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