La situación de Carlos Mazón ha estallado de manera definitiva y se resolverá en los próximos días. Mientras el presidente de la Generalitat y la dirección nacional del partido mantienen conversaciones sobre los términos de una posible salida, el PP de la Comunidad Valenciana (PPCV) se plantea el escenario de un adelanto de las elecciones autonómicas.
Esta opción, pese al riesgo que conlleva, permite, a juicio de la dirección nacional, un mayor control de todo el proceso. Pero no se trata de algo definitivo.
La convocatoria electoral es algo que lleva circulando desde hace varios días, como ha informado EL ESPAÑOL. La opción de que Mazón anunciara que no repetirá como candidato ya se consideraba insuficiente esta semana.
Más todavía tras el funeral de Estado de la dana, en el que Alberto Núñez Feijóo constató en persona los insultos de los familiares de las víctimas al presidente de la Generalitat.
Génova se inclinaba por la sustitución de Mazón y eso abre la puerta a dos escenarios: un relevo al frente de la Generalitat o unas elecciones anticipadas.
El primero no es fácil, pues requeriría de una dimisión del líder del Gobierno autonómico, de una nueva investidura en Les Corts con los apoyos de Vox y de la búsqueda de un candidato entre los actuales diputados autonómicos (Vicente Mompó no lo es).
Aquí aparece el nombre de consenso de Juanfran Pérez Llorca, secretario general del partido, aunque también María José Catalá, alcaldesa de Valencia, es parlamentaria. Todo ello sin descartar cualquier factor sorpresa.
La operación tiene sus ‘peros’ debido al ciclo electoral que viene por delante en varias autonomías. En mitad de él pactar con Vox resulta incómodo y complicado para el PP por las estategias nacionales. La parte positiva es que permitiría ganar algo de tiempo para convocar elecciones cuando más convenga y no ahora de manera forzada.
Unos comicios anticipados también conllevan problemas. Aunque las encuestas apuntan a que la derecha ganaría de nuevo la Generalitat, lo haría de manera muy ajustada respecto al bloque de izquierdas. Y en una campaña pueden influir factores que escapan de control. Además, podría comprobarse el retroceso en los escaños de los populares frente a la crecida de Vox.
El calendario
Si la de las elecciones fuera la decisión final, el interrogante es el calendario. Una de las cuestiones en el aire es si Mazón anunciaría una disolución inmediata de Les Corts y la convocatoria electoral o la fijaría para más adelante.
De acuerdo con la ley Electoral Valenciana, la convocatoria de elecciones a la Cámara autonómica se realizará mediante decreto del presidente de la Generalitat, que entraría en vigor el mismo día de su publicación en el DOGV.
El día de la votación habrá de celebrarse en un plazo no inferior a 54 días ni superior a 60, contados desde la publicación de la convocatoria.
En el caso de que el anuncio de elecciones se realizara en los próximos días, el calendario lleva hasta mitad de las Navidades, por lo que parecería más apropiado que fuera a partir de enero.
Algunas de las ideas que circulan pasarían por introducir a la Comunitat Valenciana en el ciclo electoral autonómico. Extremadura vota el 21 de diciembre, Castilla y León en marzo y Andalucía en junio, mientras Aragón y Baleares se encuentran en el aire. El PP lo ha trazado como estrategia para presionar a Pedro Sánchez con victorias en estos territorios.
Riesgo de fractura
Mientras todo esto se resuelve, el PP de la Comunitat Valenciana ha decidido tomar posición. El partido quiere la celebración de un congreso regional para elegir al nuevo líder y candidato a la Generalitat, y muestra su preferencia por el presidente de la Diputación de Valencia, Vicente Mompó.
La postura fue acordada este viernes en una reunión en Alicante entre las tres direcciones provinciales (Valencia, Castellón y Alicante) que lideran Mompó, Marta Barrachina y Toni Pérez respectivamente. En ella estaba el secretario general del PPCV, Juanfran Pérez Llorca, según confirman fuentes de la formación.
El mensaje es que los militantes del PP valenciano tienen que poder elegir a su nuevo líder en un proceso que no sea teledirigido por la dirección nacional. Sin embargo, esta toma de posición también ha supuesto un inicio de pulso a Génova, que no quiere un congreso y se inclina más por postular a la alcaldesa de Valencia, María José Catalá, como relevo de Mazón.
De hecho, el movimiento no ha agradado demasiado en la dirección nacional, que ha tratado de aplacar los ánimos ante el riesgo de fractura. Las comunicaciones entre ambas cúpulas siguieron el sábado y Génova ha transmitido la intención de llegar a un acuerdo.
En este proceso se comprobará si el PP logra mantener la unidad del partido, que se encuentra en riesgo en función de cómo se desarrolle la crisis.















