‘Respira’, la serie de Netflix ambientada en un ficticio hospital valenciano, está plagada de personajes con mucho carácter. Como el nuevo fichaje de la recién estrenada segunda temporada, interpretado por Pablo Alborán. Pero si hay una pareja que ha chocado más que nadie en este frenético drama hospitalario son Néstor y Patricia, el oncólogo sindicalista y la presidenta de la Comunitat Valenciana defensora de la privatización sanitaria, que acabarían convirtiéndose en médico y paciente. Los interpretan Najwa Nimri y Borja Luna.
–En esta segunda temporada, Patricia sigue luchando contra el cáncer y Néstor parece convertirse en su gran aliado, a pesar de todos los choques que han tenido.
Najwa Nimri: Lo que veremos de Patricia y Néstor es que un mal mayor los une. Entra en juego una gran farmacéutica, este ‘Big Pharma’ que se presenta como algo positivo, con muchos medios y poder, pero empiezan a tener dudas sobre ella. Ya no solo es privatizar o no privatizar, sino que la pregunta que sobrevuela todo es quién tiene derecho a curarse. ¿Solo los que tienen muchísimo capital? ¿Quién accede a una sanidad de lujo y quién no? Patricia, claro, utiliza esos medios para intentar salvarse, pero ambos empiezan a descubrir que las cosas no son como parecen y deciden unirse.
Borja Luna: Decías que ahora Néstor es aliado de Patricia, pero en realidad siempre lo fue. Siempre quiso ayudarla a sanarse y salvarse. Lo que cambia esta temporada es la estructura: entran nuevos factores, nuevas personas, y eso hace que se puedan encontrar un poquito más.
—Sin embargo, sigue habiendo rifirrafes entre ellos. ¿Chocan tanto porque se parecen demasiado?
Borja Luna: Sí, son dos personas muy vehementes. Van a por todas y chocan cuando uno entiende que la mejor estrategia es una y el otro, que es otra. Constantemente se lo cuestionan todo y se cuestionan a ellos mismos también.
Najwa Nimri: La tensión se palpa permanentemente y en vez de ceder y pararse para escuchar al de enfrente, están más centrados en ganar. Y cuando pasa esto, la guerra está servida y siempre nos lleva a mal puerto en cualquier ámbito: en la política, en la sanidad, en la familia…
–La serie está llena de personajes con mucho carácter y de luchas de ego. ¿Es algo que viene dado por las profesiones que tienen, médicos y políticos?
Najwa Nimri: En los políticos, desde luego.
Borja Luna: Y también en los médicos. Algunos sufren el síndrome de creerse Dios, porque tu vida está en sus manos. Ese poder, entendido como capacidad, puede llevar a buen puerto, pero también desemboca en egos muy fuertes.
–Borja, ¿tuvo algún tipo de ‘feedback’ por parte de la profesión médica tras la primera temporada?
Borja Luna: Sí, y en general fue muy positivo. Salvo las licencias lógicas que se permite una serie, muchos profesionales me dijeron que les parecía muy realista.
Najwa Nimri y Borja Luna, en ‘Respira’ / CARLA OSET/NETFLIX
–¿Trabajó con algún médico u oncólogo para preparar el papel de Néstor?
Borja Luna: No. Los guionistas y creadores ya habían hecho ese trabajo de investigación. Yo trabajé escena a escena, intentando entender qué mueve a Néstor, qué emociones y pensamientos hay detrás. Después sí hablé con cirujanos y oncólogos, y me dijeron que les parecía muy cercano.
–¿Najwa, usted se inspiró en alguien de la política? Porque Patricia recuerda a algunas.
Najwa Nimri: En nadie. No tuve tiempo en la primera temporada para eso. Aparte, es que no miro a los políticos, porque no me los creo. Eso no significa que no siga la política, porque lo hago por escrito.
–Eso le libra de que la acusen de haber imitado a alguien concreto.
Najwa Nimri: Me encanta, porque todos creen que he imitado a alguien distinto: unos dicen que es Esperanza Aguirre, otros que Ayuso, o que es un mix de las dos. En realidad, tomé un estereotipo muy español, con un punto muy nacionalista, que también podría existir en Euskadi, le quité el acento y dibujé el color que imaginaba. Porque políticos así hay en todos los países.

Manu Ríos y Borja Luna, en ‘Respira’ / CARLA OSET / NETFLIX
–La serie plantea dilemas sobre la sanidad pública. ¿Creen que ayuda a valorarla más?
Najwa Nimri: A mí me gustaría que fuera a más. La serie está claramente posicionada a favor de la sanidad pública, pero yo querría que Patricia fuera todavía más mala, que el público odiara sus decisiones. Que el personaje de Patricia te pueda llegar a parecer gracioso no implica que privatizar la sanidad pública esté bien.
Borja Luna: ‘Respira’ refleja muy bien lo que pasa cuando los fondos no se gestionan bien, cuando el dinero no llega. Revela los intereses que hay en realidad y que afectan al funcionamiento de los servicios médicos públicos. Estaría bien que una ficción que el espectador se pone para disfrutar un rato en casa le hiciera pensar o actuar.
–Najwa, Patricia es un personaje muy visceral. ¿Cuesta dejar esa energía fuera del set y no llevársela a casa?
Najwa Nimri: Yo tengo mucha energía y me gusta salir de casa para arder en escena. Me atraen los personajes explosivos, incluso cuando no hablan, como en ‘La Virgen Roja’, ‘Quién te cantará’, ‘Los amantes del círculo polar’… En el cine suelo hacer papeles más retraídos y luego, en televisión, reviento y exploto. Tener tanta energía en el set es bastante agotador. Hay cosas que no puedo hacer a veces porque no me encuentro en disposición física, porque no tengo el ánimo, pero me gustan estos personajes explosivos.
–El final de la primera temporada mostraba una gota fría devastadora, y poco después ocurrió una tragedia similar en la realidad, la DANA de València. ¿Cómo vivieron todo lo que sucedió?
Borja Luna: Primero te vuelves un poquito loco y dices: ¿esto es casualidad o qué? Pregunté de dónde salió la cifra que se mencionaba en la serie y por lo que me dijeron fue algo fortuito, una elección del director David Pinillos, que pensó que reflejaba bien que había llovido mucho. Pero luego se produjo esa coincidencia y es muy loco.
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