A mí el lema de la RAE siempre me ha sonado a anuncio de champú; su origen viene del propósito de controlar la lengua como en Francia

La Real Academia Española (RAE) ha sido objeto de debate a raíz de las recientes tensiones con el Gobierno. A propósito de ello, la historiadora Ana Velasco, en una conversación con Alberto Herrera en el programa ‘Herrera en COPE‘, ha repasado el origen y las polémicas que han marcado la historia de esta institución tricentenaria.

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Curiosidades de la historia

Un nacimiento en el siglo XVIII

El origen de la RAE se remonta al siglo XVIII, cuando Felipe V decidió convertir una tertulia de intelectuales en una institución oficial, inspirándose en las academias de Francia e Italia. La primera sesión oficial se celebró el 6 de julio de 1713 y fue reconocida mediante una cédula real en 1714, recibiendo financiación para acometer sus primeras grandes obras.

El primer gran proyecto de la Academia fue el ‘Diccionario de autoridades‘, una obra monumental cuya publicación se extendió desde 1726 hasta 1739. A este le siguieron otras publicaciones fundacionales como la primera ‘Ortografía española‘ y la primera ‘Gramática‘ de la institución, sentando las bases normativas del español.

Un lema de ‘anuncio de champú’

La RAE adoptó el propósito de sus homólogas europeas, especialmente la francesa, con un fin de control político sobre la lengua. De ahí nació su famoso lema, que según ha explicado Velasco con humor, no está lejos de un eslogan publicitario. «A mí siempre me ha sonado a anuncio de champú«, ha comentado la historiadora sobre el célebre ‘limpia, fija y da esplendor‘.

A mí el lema de la RAE siempre me ha sonado a anuncio de champú»

Ana Velasco Historiadora

El precursor del diccionario de la RAE fue el ‘Tesoro de la lengua castellana o española‘ de Sebastián de Covarrubias, publicado en 1611. Esta obra, casi enciclopédica, fue una referencia clave, ya que los académicos consideraban el español del Siglo de Oro como el estándar más puro y florido de la lengua.

Las grandes polémicas históricas

La historia de la RAE no ha estado exenta de controversias. Una de las más importantes ha sido la presencia de las mujeres. En el siglo XVIII, se admitió a María Isidra de Guzmán y de la Cerda como académica honoraria, un hecho excepcional para la época, ya que fue la primera doctora universitaria de España.

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