Un total de 56 menores gazatíes han aterrizado esta semana en España para recibir la atención que necesitan. De ellos, 20 son pacientes con diversas patologías que requieren asistencia médica específica, y viajan acompañados por sus familiares, entre los que se encuentran otros 36 niños, niñas y adolescentes. Esta acción humanitaria, la quinta de este tipo que se organiza en año y medio, se enmarca en el proyecto Amant y cuenta con el papel fundamental de la ONG ACCEM, que se encarga del acompañamiento integral de las familias.
Una persona camina por los escombros tras uno de los ataques lanzados este domingo por Israel en Gaza
La psicóloga de ACCEM y coordinadora del proyecto, Carolina Flores, ha explicado en el programa ‘Mediodía Fin de Semana’ de COPE la labor que realiza la organización. Nuestro trabajo en este proyecto consiste en brindar atención psicosocial, acompañamiento en las atenciones médicas, facilitar la comunicación con el equipo sanitario a través de intérpretes y realizar las gestiones sociales necesarias para sentar las bases de la integración de estas familias en España. Además, el acompañamiento psicológico y la asistencia jurídica son fundamentales, ya que cumplen el perfil de solicitantes de protección internacional.
Cubrir las necesidades más básicas
Carolina Flores ha destacado en su entrevista con Antonio Herráiz que, más allá de la atención médica para los pacientes, todo el grupo necesita apoyo. “La asistencia psicológica y también el acompañamiento social son clave”, ha señalado. La prioridad inicial es “cubrir sus necesidades básicas, como un alojamiento digno y alimentación”. La psicóloga ha subrayado que la situación de estas familias es crítica, especialmente por la desnutrición que presentan debido al bloqueo del acceso de la ayuda humanitaria en Gaza.
Los menores han llegado muy cansados, aunque tras una semana en España ya están más recuperados en cuanto al sueño. Sin embargo, los cuadros de desnutrición son importantes y ya están siendo atendidos por el sistema de salud pública. Flores ha querido mencionar también la actitud de los padres y madres, que se muestran “muy agradecidos”. El objetivo ahora es que, poco a poco, “vayan normalizando su rutina del día a día, que puedan realizar actividades de ocio, escolarizar a los niños y manejar la incertidumbre” ante la enfermedad y la adaptación a una nueva sociedad.
El reto del acompañamiento psicológico
Uno de los aspectos más complejos es el abordaje de las heridas emocionales. Carolina Flores ha confesado que, aunque suelen ser respetuosos con los tiempos de cada persona, en esta ocasión han percibido algo diferente. “Especialmente en estas últimas dos acogidas, sí que hemos visto que tienen mucha necesidad de contar”. A pesar del cansancio del viaje, las familias han comenzado a narrar sus experiencias casi de inmediato.
Tienen mucha necesidad de narrar las injusticias vividas, las agresiones sufridas
Psicóloga de ACCEM
La psicóloga ha explicado que es sorprendente desde un punto de vista profesional, ya que normalmente prima el descanso. “Pero sí que tienen mucha necesidad de narrar las pérdidas, las injusticias vividas, las agresiones sufridas, y, pues, poco a poco, el equipo va acompañando”, ha detallado. Este impulso de narrar se da sobre todo en los adultos. En los niños, el sufrimiento se manifiesta de otras formas, como problemas para dormir o falta de control de esfínteres.
Construir un entorno de confianza
Flores ha admitido que el proceso de generar confianza es un desafío. “Hay personas que tienen todavía muchísimo miedo y que hay una desconfianza natural, que forma parte de un mecanismo de defensa natural, cuando otro ser humano es el que te ha hecho muchísimo daño”. Este proceso para recuperar la sensación de seguridad puede ser largo, pero es esencial para una recuperación real.

. Palestinos caminan por una calle entre los escombros de los edificios destruidos durante un alto el fuego entre Israel y Hamás, en el marco de la primera fase del plan de paz para Gaza, en la Ciudad de Gaza, Franja de Gaza
Hay una desconfianza natural, que forma parte de un mecanismo de defensa
Psicóloga de ACCEM
Por ello, el trabajo de ACCEM se basa en un equipo multidisciplinar donde la respuesta es global. Lo que detecta el equipo de intervención social se trabaja en el acompañamiento psicológico, pero la solución puede venir desde lo educativo, gestionando “cuanto antes la escolarización”, o procurando espacios de ocio para estas familias. El fin último, según Flores, es “ir bajando el nivel de alerta, que es normal, que se genere ante situaciones tan traumáticas con las que han vivido”. En definitiva, cincuenta y seis historias de vida que ahora tienen la oportunidad de empezar a sanar en España.










