Una red de elaboración de recetas falsas, enlazada con el comercio clandestino de fármacos en internet y, finalmente, utilizada la mercancía para fabricar karcubi, la droga africana de los pobres. Es el entramado que la Guardia Civil ha desmontado en la operación Grecofar, con 22 detenidos en 13 ciudades españolas
El karcubi no es en sí una droga, según los especialistas, sino una mezcla de drogas a base de sustancias de diversa potencia psicotrópica. Comúnmente, la invención se atribuye a los narcos del Magreb. Generalmente, lleva en su composición resina o aceite de hachís y al menos una benzodiacepina, el tranquilizante más comúnmente recetado en las estresadas sociedades europeas. El karcubi era también la mercancía cuyo comercio alimentaba toda la trama ahora desmantelada.
La operación Grecofar sigue abierta. Fuentes de la Guardia Civil indican a este diario que, de hecho, habrá más detenciones. Son las que se esperan según se van recorriendo los vericuetos de la organización.
El operativo Grecofar comenzó en Benavente, en una empresa de paquetería de esa localidad zamorana, donde se descubrió que se repetía un grueso e inopinado envío de psicofármacos. Los agentes cogieron cada producto para examinar su origen, y posteriormente comprobar si las recetas que los movían eran legales.
Falsificar recetas
Según fuentes de la investigación, un solo médico está en el origen de los envíos, pero no era un miembro de la trama. Es un colegiado con consulta privada cuyas recetas electrónicas eran falsificadas por este grupo de narcos. Esas recetas eran vendidas por un socio que manejaba chats en aplicaciones de mensajería como Whatsapp y Telegram. A los investigadores les resultó llamativo que un solo médico tuviera pacientes en Galicia, País Vasco, Andalucía…
Hay un segundo detenido principal, localizado en Majadahonda (Madrid) que guardaba en su casa un gran stock de psicofármacos para venderlos a través de canales propios en redes sociales.
El grueso de los otros implicados detectados por el instituto armado son mulas. En este caso, no de las que transportan drogas, sino de las que ponen a disposición de la red sus cuentas bancarias para recibir pagos, hacer extracciones y pasar el dinero a los mafiosos. De estos han sido detenidos cuatro individuos en Barcelona, y el resto en Madrid, Burgos, Baleares, Granada, Alicante, A Coruña, Vizcaya, Valencia, Santander, Málaga, Ávila y Salamanca.
Parte de la mercancía se destinaba a exportación al Magreb , y otra parte al consumo en España. En la Guardia Civil sospechan que en este país el consumo de karcubi ya no es exclusivo de la población inmigrante y ha traspasado capas sociales para introducirse también entre los autóctonos por ser mucho más barato que la heroína y la cocaína.
Estudios oficiales norteamericanos sitúan al karcubi como segunda droga más consumida en Marruecos desde 2017, si bien en España su consumo es minoritario entre los residentes de origen marroquí, según concluyen estudios de organismos autonómicos de seguimiento de las drogadicciones.
Suscríbete para seguir leyendo













