El próximo año traerá una buena noticia para millones de jubilados en España. Según las estimaciones actuales, las pensiones públicas volverán a revalorizarse en 2026 para mantener su poder adquisitivo frente a la inflación.
Diversos cálculos apuntan a que el Índice de Precios al Consumo (IPC) interanual se situará alrededor del 2,6%, lo que implicará un aumento automático de las pensiones conforme a la ley vigente. Este incremento se aplicará a todas las prestaciones del sistema, tanto contributivas como no contributivas.
Las pensiones se revalorizarán en torno al 2,6% en 2026
Con esta subida, la pensión media de jubilación pasaría de los actuales 1.506 euros mensuales a unos 1.544 euros, lo que supone una mejora de aproximadamente 38 euros al mes. No es una gran cantidad, pero representa un alivio importante para muchos hogares que dependen de estos ingresos.
Las pensiones máximas del sistema también experimentarán un ligero repunte, ligeramente por encima del IPC general, con un incremento estimado del 2,7%. Así, la pensión tope podría situarse en torno a 3.355 euros mensuales, frente a los 3.267 euros actuales, lo que equivaldría a cerca de 47.000 euros al año en 14 pagas.
En cuanto a las pensiones mínimas, el aumento será algo mayor para compensar la pérdida de poder adquisitivo de los últimos años. Las prestaciones más bajas sin cónyuge a cargo podrían alcanzar los 897 euros mensuales, mientras que las que incluyen cónyuge a cargo subirían hasta los 1.158 euros al mes. En el caso de las pensiones no contributivas y de viudedad, también se espera un ajuste por encima de la inflación media.
La edad de jubilación seguirá aumentando de forma progresiva y los trabajadores podrán elegir entre dos fórmulas para calcular su pensión
Además de la revalorización, 2026 traerá nuevos cambios en la edad de jubilación. Los trabajadores podrán retirarse a los 65 años si han cotizado al menos 38 años y tres meses. Quienes no alcancen ese tiempo de cotización deberán esperar hasta los 66 años y diez meses.
El sistema de pensiones seguirá evolucionando con la reforma que amplía la base reguladora para el cálculo de la prestación. A partir de 2026, cada trabajador podrá elegir entre dos fórmulas: la actual, que considera los últimos 25 años cotizados, o una nueva opción que permitirá calcular la pensión con los últimos 29 años, pudiendo excluir los dos peores ejercicios de cotización. Esta medida busca ofrecer más flexibilidad y justicia en el cálculo de la cuantía final.
En definitiva, 2026 se perfila como un año de ajustes positivos para los pensionistas, tanto por la subida generalizada de las cuantías como por las mejoras en el sistema de cálculo. Un paso más en la búsqueda de un modelo sostenible que garantice el bienestar de los actuales y futuros jubilados.













