Las claves
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El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas adoptó el viernes la resolución 2797 por la que se prorroga el mandato de la Misión de las Naciones Unidas para el Referéndum en el Sáhara Occidental (MINURSO) por un año y que se basa en un texto de Estados Unidos que resalta el Plan de Autonomía Marroquí como la base para la negociación del conflicto.
El escrito de Estados Unidos, que ampara la reclamación de Marruecos de su soberanía sobre el territorio del Sáhara Occidental, contó con 11 votos a favor, con 3 abstenciones (Rusia, China y Pakistán) y sin la participación de Argelia.
Esta decisión se toma a solo unos días de que se celebre el 50 aniversario de la Marcha Verde, el 6 de noviembre, entre manifestaciones de la población saharaui y el apoyo de grandes potencias y varios países europeos al plan de autonomía marroquí. Hasta el momento 120 países reconocen esta iniciativa y más de 30 han abierto consulados en alguna de las ciudades del Sáhara Occidental.
Algo que en Rabat se entiende como “la fase decisiva del proceso de la ONU, ya que la Resolución del Consejo de Seguridad define los principios y fundamentos que probablemente conduzcan a una solución política definitiva de este conflicto, en estricto respeto a los derechos legítimos de Marruecos”, mantuvo Mohamed VI en un discurso extraordinario que dirigió a la población tan pronto se conoció el resultado favorable.
Para Argelia, gran aliado del Frente Polisario, que no participó en la votación, el texto redactado por Estados Unidos suscita “dudas jurídicas, interrogantes graves y legítimos sobre el fondo jurídico del marco de negociación propuesto para la resolución del conflicto en el Sáhara Occidental”.
La iniciativa de Trump “no puede echar a rodar, como hubiéramos querido, con el apoyo deseado de todas las partes intervinientes”. Al no ser el texto aceptable para todas las partes, “no crea aún el impulso y las condiciones necesarias para un éxito, en el que todos salen ganando, que no deja ni vencedores ni vencidos”, mantuvo el representante argelino, que lamentó “es una oportunidad echada a perder”.
Para Argelia, la única prueba de fuego de la estabilidad duradera de la región “no podría nada más que salir del respeto del derecho inalienable del pueblo del Sáhara Occidental a disponer de su propio destino”. Solo está dispuesta a negociar si se respeta “la equidad, la imparcialidad y la justicia”.
Por su parte, Rusia se abstuvo en la votación del proyecto de resolución porque “no pudimos respaldar un texto tan desequilibrado”. También les sorprendió “el enfoque de la delegación autora que decidió utilizar el Consejo de Seguridad para llevar adelante su posición nacional”.
Considera que “es un cambio de práctica drástico en el Consejo porque los autores de los textos tienen que buscar diligentemente un consenso que tenga en cuenta las posiciones de todos los miembros”. Y al no haber tenido en cuenta las posiciones de todos se ha convertido “en una plataforma de un monólogo”, “un documento abreviado y politizado”, mantuvo el representante ruso.
Igualmente, China, que también realizó aportaciones para elaborar un texto “más equilibrado y más justo, que respetará las implicaciones y visiones de todos los miembros del Consejo” se abstuvo porque “la resolución no tiene en cuenta las inquietudes de todas las partes y, por lo tanto, no refleja todas las propuestas”.
Pidió en el Consejo que en el futuro “los redactores puedan facilitar unas consultas más exhaustivas y empeñarse en lograr un consenso de base más amplio”.
Grandes apoyos
Uno de los grandes valedores del plan de autonomía a la sombra ha sido Reino Unido, que con el Brexit firmó un acuerdo bilateral con Marruecos en 2019.
Su representante en el Consejo de Seguridad mostró su agrado a que “esta resolución resalte la propuesta de autonomía, que para nosotros es la base más creíble y pragmática para el logro de una solución. Encomiamos los esfuerzos de Marruecos y las respuestas constructivas de las partes”.
Francia fue contundente y en la misma línea que viene defendiendo en el último año desde que Mohamed VI y Emmanuel Macron resolvieron sus desavenencias con una visita de Estado del mandatario francés a Rabat en octubre de 2024. Para Francia “el presente y el futuro del Sáhara Occidental se enmarcan dentro de la soberanía marroquí” porque “la autonomía es la única base para llegar a una solución política que sea justa, duradera y negociada de conformidad con lo dispuesto en las resoluciones del Consejo”.
Señaló que “un consenso internacional cada vez más amplio está surgiendo en este sentido” y que por lo tanto “el Consejo debe pues aprovechar esta dinámica como lo está haciendo ahora con esta resolución”. En definitiva, es un éxito colectivo”.
Frente Polisario no participará en las negociaciones
El Frente Polisario ha comunicado tras la votación en la ONU que no formará parte de ningún proceso político o negociaciones basadas en “cualesquiera propuestas destinadas a legitimar la ocupación militar marroquí ilegal del Sáhara Occidental y a privar al pueblo saharaui de su derecho inalienable, innegociable e imprescriptible a la libre determinación y a la soberanía sobre su patria”.
Para el Frente Polisario la prórroga del mandato de la MINURSO “es prueba del compromiso continuo del Consejo de Seguridad con encontrar una solución justa y duradera en consonancia con sus resoluciones pertinentes sobre el Sáhara Occidental”.
Sin embargo, para los saharauis “algunos elementos incluidos en la resolución violan el estatuto internacional del Sáhara Occidental como cuestión de descolonización y socavan las bases del proceso de paz”.
El Polisario puntualiza en un comunicado que “la resolución no tiene en cuenta ni aborda de manera efectiva todas las cuestiones sustantivas planteadas por la mayoría de los Estados miembros del Consejo de Seguridad y por el Frente Polisario en su carta dirigida al Presidente del Consejo de Seguridad con fecha 23 de octubre de 2025”.
En conclusión, el Frente Polisario considera que “los enfoques unilaterales que buscan sacrificar el Estado de derecho, la justicia y la paz por intereses políticos a corto plazo no harán sino agravar el conflicto y poner en peligro la paz, la seguridad y la estabilidad en toda la región”.













