El nombre de Vicente Mompó (Gavarda, 1981) ha aparecido en las últimas horas como la propuesta oficial del PP de la Comunitat Valenciana para sustituir a Carlos Mazón como líder del partido y candidato a la Presidencia de la Generalitat en las próximas elecciones.
Un movimiento que supone que el propio jefe del Gobierno autonómico haya asumido ya su salida, de una manera u otra, y que la formación haya decidido tomar posición ante la decisión de Génova de sustituirlo.
Todo se acordó en una reunión este viernes en Alicante entre las tres direcciones provinciales (Valencia, Castellón y Alicante) que lideran Mompó, Marta Barrachina y Toni Pérez respectivamente. En ella estaba el secretario general del PPCV, Juanfran Pérez Llorca, según confirman fuentes de la formación. Mazón está alineado con esta decisión.
Mompó es presidente de la Diputación de Valencia. Aunque ahora asoma como un perfil al alza en el partido, el origen de su carrera política está en la alcaldía de Gavarda, un municipio de poco más de mil habitantes, que ocupa desde 2011.
Licenciado en Ciencias Físicas y del Deporte y ex jugador de fútbol, en 2020 fue elegido presidente del PP en la provincia de Valencia. En aquel momento todavía lideraba Pablo Casado el partido a nivel nacional. Génova pactó con la entonces presidenta del PPCV, Isabel Bonig, que fuera el nuevo líder provincial.
Aquel movimiento fue relevante debido a las continuas guerras internas que vivía el partido en Valencia desde hacía años. Mompó llegaba de pacificador pese a que no contaba con un apoyo unánime a nivel interno. De manera que su labor desde entonces estuvo muy centrada en ‘coser’ la provincia.
Este trabajo municipio por municipio, acompañado de cambios de liderazgos y de candidatos a estos niveles, le permitió ganar adeptos y pasados varios años cuenta con un importante apoyo. Además, mantiene buena sintonía con la dirección de Castellón.
La Diputación
Mompó no tiene un índice de popularidad alto. Tampoco es que abunden ya demasiado estos perfiles. El reconocimiento llega más bien por su labor a la interna, más orgánica y, por supuesto, por presidir la Diputación de Valencia contra todo pronóstico.
Aunque fue auspiciado por Bonig, se supo recolocar con la llegada de Carlos Mazón como líder del PPCV en 2021.
Fue en julio de 2023 cuando se produjo una de las imágenes más sorprendentes del inicio de legislatura. Mompó era elegido presidente con el apoyo de Ens Uneix, un partido comarcal liderado por un ex socialista y también ex presidente de la Diputación: Jorge Rodríguez.
En aquellas negociaciones que dejaron al PSPV fuera del gobierno de la corporación provincial pese a que tenían muchas papeletas para retenerla tuvo mucho que ver Mompó, aunque también Juanfran Pérez Llorca.
De trato cercano y expresión llana, Mompó pasó a tener en la Diputación una plataforma para marcar perfil propio debido a que gobierna junto a Ens Uneix y Vox da su apoyo desde fuera.
Así, su estrategia ha ido dirigida a mantener una posición más centrada dentro del partido, a diferencia de la dependencia de Mazón respecto a Vox. Algo que le ha comportado las críticas de esta formación y que ha estado avalado por el propio presidente de la Generalitat para amarrar voto de centro en los municipios.
Contradicciones
Mompó también es uno de los dirigentes más defensores del valenciano. Es de los pocos que lo habla asiduamente en público, incluyendo en los mítines (algo que incluso le ha comportado quejas de asistentes).
El presidente de la Diputación de Valencia no suele ser una persona que se calle las cosas, lo que alguna vez ha evidenciado discrepancias que mantiene con dirigentes como la alcaldesa de Valencia, María José Catalá.
Dentro del partido hay quien ve a la primera edil como un cartel electoral mucho más potente por su capacidad de oratoria y conexión con el electorado.
Mompó, además, ha tenido en los últimos meses ciertos problemas al haber formado parte del Cecopi que se celebró la tarde de la dana. Declaró como testigo ante la jueza y en esa comparecencia y en entrevistas concedidas anteriormente tuvo una serie de contradicciones.
Entre ellas, atribuir a los técnicos que llevaran las riendas en aquella reunión para posteriormente admitir que era Salomé Pradas la que dirigía la emergencia.
También afirmar que habló con Mazón de la alerta para después negarlo.













