Cumplido un año de que la dana arrasara Valencia y dejara 237 víctimas mortales y al presidente valenciano, Carlos Mazón, en situación más que comprometida, su homóloga madrileña, Isabel Díaz Ayuso ha optado por un perfil político bajo en este asunto. A menudo cuando habla la baronesa madrileña habla todo el partido se agita. En relación con Mazón y su gestión, en cambio, ha optado por establecer distancia, rehusar a manifestarle apoyo expreso y, eso sí, aprovechar para cargar contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Así ha sido prácticamente desde la riada, para tratar de paliar cuyos efectos, sin embargo, puso a disposición de la Generalitat valenciana medios materiales y humanos casi desde el primer minuto.
La Comunidad de Madrid envía reguerzos en sus contingentes de ayuda a Valencia tras la DANA y las inundaciones. / Comunidad de Madrid
Ayuso no acudía el pasado miércoles al funeral de Estado por las víctimas celebrado en Valencia con los Reyes, Pedro Sánchez, el líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, y el propio Mazón. Al acto sí acudieron otros presidentes autonómicos populares como el gallego Alfonso Rueda, el aragonés Jorge Azcón o el murciano Fernando López Miras. También preveía ir Juanma Moreno, que finalmente canceló el viaje ante el retraso de su vuelo y las incidencias por lluvias en Andalucía.

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y el presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, se dan la mano durante la II Cumbre Empresarial Comunidad de Madrid-Comunidad Valenciana, en el Real Casino de Madrid. / Gustavo Valiente / Europa Press
La presidenta madrileña, en cambio, había dicho desde el principio que no iría. «Ya estuve hace un año en la catedral de Valencia con las víctimas, con los Reyes», aseguraba el martes. «Y el que no estuvo, por cierto, fue el galgo de Paiporta«, añadía en referencia a Sánchez y al apelativo que parte de la derecha política y mediática utiliza tras los hechos del pasado 3 de noviembre en la localidad valenciana, cuando el presidente del Gobierno tuvo que ser evacuado entre increpaciones, intentos de agresión y momentos de tensión durante una visita días después de la dana.
Además de confirmar que no acudiría al funeral de Estado y dejar recado a Sánchez, Ayuso volvía a resistirse a dar respaldo expreso claro al presidente valenciano. Le preguntaron directamente si Mazón debía dimitir tras haberse conocido que acompañó a la periodista Maribel Vilaplana hasta el parking tras la comida juntos en el restaurante El Ventorro, lo que desmiente versiones anteriores. «Pienso que el Gobierno de la Comunidad Valenciana está en la recuperación, y que, más allá de ello, cualquier otra decisión es algo que se tiene que ver de aquí al final de la legislatura«, contestaba. «Sé que esta recuperación, que es necesaria para todos los valencianos, no cuenta con la ayuda de la Administración General del Estado, del Gobierno, que solo está al cálculo político».
Esa ha venido a ser su postura desde el principio. Evitar pronunciamientos claros del lado de Mazón sin echar “sal” y “gasolina”, como ha afirmado en alguna ocasión, en una situación tan delicada.
Región solidaria «al servicio de España»
Al mismo tiempo, desde el principio ofreció los medios de la Comunidad de Madrid para ayudar en las labores de primera urgencia y asistencia posterior. Un ofrecimiento que su Gobierno realiza ante cada emergencia para reforzar el mensaje de proyección nacional que le gusta transmitir en cada discurso, el de que Madrid es una región solidaria y “al servicio de España”.
En el caso de la dana, apenas 72 horas después se dispuso un helicóptero del Grupo Especial de Rescate en Altura (GERA), con un piloto, un operador de grúa y dos rescatadores, y un contingente del equipo de Emergencia y Respuesta Inmediata de la Comunidad de Madrid (ERICAM), con 31 miembros de los Bomberos regionales y el SUMMA 112, varios especialistas en rescate acuático, cinco barcas de salvamento, ocho vehículos de intervención y la Unidad de Drones.
En total se desplazaron a Valencia desde Madrid 692 profesionales entre bomberos, médicos forenses o psicólogos o conductores. Se llevaron 171 vehículos, incluidos bombas forestales y maquinaria pesada. Una ayuda que se ha prolongado durante ocho meses. Hasta el pasado mes de junio, cuando se reanudó completamente el servicio de metro en Valencia, conductores y autobuses de empresas concesionarias del Consorcio Regional de Transportes han cubierto parte del servicio de lanzaderas desde localidades como Paiporta, Torrent, Llíria o Ribarroja hacia la capital levantina. Un total de 203 chóferes y 45 vehículos operaron en ese plazo permitiendo el desplazamiento de más de dos millones de valencianos.
De manera simbólica, Ayuso ha querido hacer énfasis en este esfuerzo a lo largo de todo el año. También institucionalmente. El pasado 2 de mayo, la Comunidad de Madrid entregaba a una representación de estos casi 700 voluntarios en nombre de todos ellos, la Gran Cruz de la Orden del Dos de Mayo, la mayor condecoración regional. «Muchos valencianos nos han contado que, en los peores momentos, cuando perdían la esperanza, aparecía un uniforme o camiseta con la palabra ‘Madrid’, que les daba confianza y la seguridad de que todo iba a ir a mejor. No cabe más orgullo», proclamaba entonces la presidenta madrileña.













