Aquí llevamos años aguantando el fascismo de gente como Aizpurua; el PSOE los quiere porque los necesita

Mertxe Aizpurua (EH Bildu) denunciaba la semana pasada en el Congreso «las cacerías de encapuchados y matones de la ultraderecha». Ocho días después, los únicos encapuchados en las calles han sido los que agredieron a un periodista de EL ESPAÑOL en Pamplona.

«Llevamos años aguantando el fascismo de gente como Aizpurua. El PSOE es preso de sus pactos y los quiere porque los necesita», afirma la senadora de UPN María Caballero en conversación con este periódico. 

Caballero (Pamplona, 1963) lleva más de 90 sesiones en la comisión del caso Koldo, pero esta semana su intervención ha ocupado todas las portadas de la prensa. 

¿El motivo? Fue la primera en preguntar a Pedro Sánchez el jueves y logró uno de los titulares del día: que el presidente admitiera, tras insistir hasta en nueve ocasiones, que «en alguna ocasión» ha recibido dinero en metálico.

Hija del concejal de UPN Tomás Caballero, asesinado por ETA en 1998 con dos disparos por la espalda cuando se dirigía a su trabajo, la senadora navarra tiene claro que lo del jueves en Pamplona «fue kale borroka«.  

Los ataques se produjeron en el mismo día en que se cumplían 17 años del atentado de la banda terrorista en la Universidad de Navarra.

En el mismo campus, casi dos décadas después, radicales de izquierda atacaron al redactor de esta casa José Ismael Martínez mientras cubría una concentración.

También resultaron heridos cuatro policías nacionales y un estudiante, este último de gravedad: perdió tres dientes tras recibir una paliza.

Menos de 24 horas después, el Gobierno de Navarra, presidido por la socialista María Chivite, firmaba sus séptimos presupuestos consecutivos con EH Bildu.

Por ahora, el Gobierno central y la izquierda guardan silencio sobre los disturbios. «No me sorprende nada».

Caballero lo vincula con «la deriva lamentable del PSOE«. «No son capaces de condenar con rotundidad este ataque».

Los ministros están muy ocupados tuiteando tontadas en horario laboral. Ante esto, silencio absoluto

A su juicio, los socialistas callan porque «le deben mucho a Bildu». «En este modelo que lidera Bildu con el consentimiento del PSOE no se puede avanzar en convivencia ni en libertades”, afirma. 

«Los ministros están muy ocupados tuiteando tontadas en horario laboral. En cambio, ante esto, silencio absoluto», lamenta.

«Déficit de democracia»

«Estamos viviendo un déficit de democracia y de valores. Se están acostumbrando a decidir quién puede hablar y quién no, qué medios pueden escribir y cuáles son pseudomedios».

El propio Sánchez, en sede parlamentaria, recuerda Caballero, «ridiculizó el trabajo de un periódico ante todo el país».

La senadora apunta al PSOE como responsable último de lo ocurrido por «blanquear» a Bildu. «El PSOE les regala Pamplona sin exigir nada a cambio, y luego tenemos lo que tenemos», dice, en alusión a la moción de censura que desbancó a UPN del ayuntamiento de la capital foral.

¿Y qué tenemos? «Uno de los tenientes de alcalde de Pamplona es Joxe Abaurrea, el mismo concejal de Herri Batasuna que en 1998 se negó a condenar el asesinato de mi padre».

Y advierte que la situación puede empeorar. «Tengo muy claro que hoy Bildu, el que pisa las alfombras del poder, ya no controla a algunos sectores de sus jóvenes. Y lo alientan desde los gobiernos, instalados en el discurso del miedo, del ‘viene el fascismo'».

 El PSOE blanquea a Bildu y les regala Pamplona sin exigir nada a cambio, y luego tenemos lo que tenemos

«Pero el fascismo lo llevamos aguantando nosotros desde hace décadas. El de gente como Aizpurua, que pretende decidir quién puede hablar y quién no».

«Los que alimentan el resurgir de los bandos y los que han levantado muros son otros. Ahora todo lo que no es socialismo es derecha y ultraderecha y ahora nosotros somos los apestados».

Senado

El papel de María Caballero en el Senado ha marcado la semana. Cree que no es un formato que Sánchez domine porque «no está acostumbrado a responder, ni en el Congreso ni en las entrevistas».

«Se limitó a repetir frases evasivas. No ha perdido, pero tampoco ha aclarado nada. Entró tocado y salió igual», resume.

También le reprocha su actitud ante la Cámara Alta. «Fue una falta de respeto que llamara circo al Senado. Es una de las dos cámaras recogidas en la Constitución. Si el presidente no respeta las instituciones, ¿qué mensaje da a los ciudadanos?».


Sánchez califica de «circo» la comisión del ‘caso Koldo’ del Senado

Reconoce que le hubiera gustado disponer de más tiempo para insistir en otros puntos de la investigación. «Los gastos en metálico, las relaciones con Aldama o Santos Cerdán, el rescate de Air Europa…».

«Podría haber incidido algo más en las contradicciones con los gastos… A ver, un presidente del Gobierno, un secretario general, cuando visita una delegación del PSOE, te invitan a comer, él no paga la ronda, ¿qué gastos puede tener?», se pregunta.

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