Las claves
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«Tras 50 años de sacrificios, abrimos un nuevo y victorioso capítulo en el proceso de consagración de la identidad marroquí del Sáhara, con el fin de cerrar definitivamente este conflicto artificial mediante una solución consensuada basada en la iniciativa de autonomía”, comenzó Mohamed VI un discurso inesperado y triunfalista tras conocerse el resultado de la votación del Consejo de Seguridad de la ONU para la situación del Sáhara Occidental, que apoya su plan de autonomía.
El monarca alauita mostró orgullo ante «un cambio histórico», que además se produce durante la conmemoración del 50 aniversario de la Marcha Verde y los 70 años de la Independencia de Marruecos.
«Vivimos un momento crucial y un punto de inflexión decisivo en la historia del Marruecos moderno: a partir de ahora, habrá un antes y un después del 31 de octubre de 2025», advirtió.
Respecto a la expansión territorial, aseguró que «ha llegado el momento de un Marruecos unido que se extienda desde Tánger hasta Lagouira: un Marruecos cuyos derechos nadie se atreverá a violar, ni cuyas fronteras históricas nadie se atreverá a transgredir».
Reconoció que la soberanía económica del país sobre el Sáhara Occidental se ha ampliado considerablemente después de que importantes potencias económicas como Estados Unidos (EEUU), Francia, Gran Bretaña, Rusia, España y la Unión Europea decidieran fomentar la inversión en estas provincias y promover el comercio con ellas.
En consonancia con la Resolución de la ONU, el soberano alauita anunció que «Marruecos actualizará y perfeccionará la propuesta de autonomía para su posterior presentación ante las Naciones Unidas. Como solución realista y aplicable, debe constituir la única base para las negociaciones».
Tuvo una mención especial para EEUU, bajo el liderazgo de «nuestro amigo, Su Excelencia el presidente Donald Trump, cuyos esfuerzos allanaron el camino para una solución definitiva a este conflicto». Igualmente, agradeció «a nuestros amigos de Gran Bretaña y España, y especialmente a Francia, cuyos esfuerzos contribuyeron al éxito de este proceso pacífico».
Su gratitud se extendió a «todos los países hermanos árabes y africanos que siempre han manifestado su apoyo incondicional a la identidad marroquí del Sáhara, así como a los diversos países del mundo que apoyan la Iniciativa de Autonomía».
En cuanto a la otra parte en litigio, invitó a los saharauis refugiados en los cinco campamentos de Tinduf (Argelia) «a que aprovechen esta oportunidad histórica para reunirse con sus familias y beneficiarse de la Iniciativa de Autonomía, que les permite contribuir a los asuntos locales, al desarrollo de su patria y a la construcción de su futuro en un Marruecos unido».
Además, hizo un llamamiento al presidente argelino, Abdelmadjid Tebboune, «a un diálogo sincero y fraterno entre Marruecos y Argelia para que, superadas nuestras diferencias, podamos sentar las bases de nuevas relaciones basadas en la confianza, la fraternidad y la buena vecindad».















