Los tipos de interés se mantienen sin cambios en la eurozona. Y por el momento parece que continuarán así por un tiempo. Los comentarios de su presidenta, Christine Lagarde, en la rueda de prensa posterior a la reunión de octubre confirman una vez más que el Banco Central Europeo (BCE) no tiene intención de abandonar su «buen lugar» a corto plazo, ya que nada de la información de la que dispone actualmente el Consejo de Gobierno justifica un cambio de rumbo.
Como apuntan los analistas de ING, «ni siquiera un cambio de escenario ha logrado modificar la postura de cautela del BCE. Florencia, donde celebró su única reunión anual fuera de Fráncfort, es, al parecer, también ese «buen lugar, el conocido seudónimo del BCE para referirse a mantener cómodamente los tipos de interés sin cambios«.
De hecho, creen que el organismo se siente «muy cómodo en lo que denomina una buena posición». Dado que que las propias previsiones de crecimiento del BCE indican que la economía de la zona euro crecerá ligeramente por encima del 1% anual y que la inflación se estabilizará en el 2% en los próximos años, «existen muy pocos motivos para cambiar su postura de política monetaria».
No obstante, ven que, aunque este último encuentro «no ha modificado la percepción de que el listón para una nueva bajada de tipos del BCE está muy alto», sí que existen todavía argumentos moderados válidos que podrían obligar al banco central a recortar nuevamente los tipos en la reunión de diciembre: «Basta pensar en el impacto adverso retardado de los aranceles estadounidenses, la apreciación del euro, la situación política en Francia o un retraso en el estímulo fiscal alemán. Si alguno de estos riesgos a la baja se materializa, podemos esperar que el BCE realice uno o dos recortes de tipos adicionales«.
En relación a esto, en Danske Bank señalan que el comentario más interesante durante la rueda de prensa fue que Lagarde afirmó que varios riesgos a la baja para el crecimiento se han atenuado desde la última reunión, «especialmente el acuerdo comercial entre EEUU y la UE, el alto el fuego en Gaza y la desescalada anunciada por EEUU y China en este sentido. Esto reduce la incertidumbre en las perspectivas económicas, si bien aún persisten numerosos riesgos«.
Por consiguiente, creen que los cambios en el panorama de riesgos «son importantes, lo que probablemente explique su énfasis en la mitigación de algunos riesgos a la baja para el crecimiento». En cuanto a la inflación, Lagarde no aportó mucha información nueva, pero resaltó la simetría del objetivo a medio plazo en el 2%, lo que consideran «un argumento a favor de mantener el tipo de interés oficial sin cambios, a pesar de que las proyecciones de inflación apuntan a una inflación inferior al 2%».
Por ello, mantienen su previsión de que el BCE no modificará los tipos de interés ni en lo que queda de 2025 ni en 2026. «Dispone de mayor margen para mantener los tipos sin cambios, una opción que sigue contando con el apoyo de una clara mayoría de los miembros del Consejo de Gobierno», dicen. En definitiva, «seguir actuando reunión por reunión sigue siendo la vía más adecuada», añaden en TD Securities, donde piensan que el Consejo de Gobierno «se siente aún más cómodo con su posición actual que antes de la reunión de septiembre».
Así, se reafirman en su postura de que el BCE ha finalizado sus recortes de tipos a corto plazo, «lo que sugiere que nada de lo que dispone actualmente el Consejo de Gobierno justifica un cambio de rumbo. La evolución de los datos, en función de si los riesgos actuales se materializan o si surgen nuevos riesgos, determinará si el BCE está dispuesto a actuar».
Para los expertos de Morgan Stanley «el panorama emergente es mixto. Los nuevos recortes de tipos estarán condicionados por la inflación subyacente, la eficacia de la transmisión de la política monetaria y las proyecciones de inflación, así como por los riesgos asociados».
«Con una inflación cercana al objetivo y un crecimiento en niveles similares a los de tendencia, el BCE tiene pocos motivos para ajustar la política monetaria«, comenta Konstantin Veit, gestor de carteras en PIMCO, que sigue esperando «un período prolongado de inactividad en los tipos de interés oficiales».
Según Irene Lauro, economista para la eurozona de Schroders, el anuncio del mantenimiento de los tipos de interés por parte del BCE «muestra cómo confía en que su política está funcionando». «Se está llegando a un consenso en torno a la expectativa de que los tipos se mantengan en el 2% durante un periodo prolongado. Estamos de acuerdo y creemos que los tipos se mantendrán en su nivel actual a lo largo de 2026″, coincide Felix Feather, economista de Aberdeen Investments.












