El idilio del CD Ebro en Copa del Rey continúa un año más con el paso de ronda que el conjunto arlequinado se labró este miércoles ante la SD Tarazona. La primera eliminatoria del torneo del KO y los nuevos criterios de emparejamiento con la proximidad geográfica como principal característica, trajeron a Zaragoza un derbi aragonés que se quedó en el Estadio Pedro Sancho. Si bien el Tarazona pretendía imponerse en el encuentro con su militancia en una categoría superior como principal sello de garantía, el Ebro hizo valer el factor campo y consiguió llevar el partido a la tanda de penaltis, donde los de Javier Genovés obraron una vez más el milagro copero.
A este respecto, el entrenador del CD Ebro achaca esta victoria, así como el nivel competitivo mostrado por el equipo el miércoles, entre otros motivos, a la unión de grupo que jugadores y cuerpo técnico han logrado formar entre ellos durante los últimos años. «La gran mayoría del equipo está formada por gente que venimos del Robres. Nos ha tocado vivir juntos situaciones de playoff y el vestuario, también con los fichajes que han llegado, está muy unido», afirma Genovés.
Como es de esperar, teniendo en cuenta lo que supone enfrentarse a un equipo superior sobre el papel y salir victorioso, los jugadores del Ebro estaban eufóricos al acabar el encuentro. Sin embargo, explica el técnico zaragozano, esta alegría se debía más a lo significativo de poder responder ante los aficionados que al hecho en sí de haber pasado de ronda. «Muy contentos por pasar, pero, sobre todo, por la felicidad que le dimos a nuestra gente y la alegría que supone para la afición», indica.
No obstante, esto no era lo único a celebrar de esta primera ronda de Copa para el míster. Genovés asegura estar muy orgulloso no solo por haber eliminado al Tarazona, sino también por cómo habían seguido sus jugadores una idea de juego valiente y vistosa, en línea con lo que busca mostrar el equipo en Liga. «Más que la victoria es el cómo: con un juego con balón y una identidad propias», añade.
Más que la victoria es el cómo: con un juego con balón y una identidad propias
Ahora, el club zaragozano tiene ya puesto un ojo en el sorteo de la segunda eliminatoria de Copa del Rey, que tendrá lugar el próximo martes 11 de noviembre. Como uno de los equipos de menor categoría en pasar de ronda, al CD Ebro le tocará enfrentarse a un equipo de Primera División, y se puede cruzar contra cualquier conjunto de LaLiga EA Sports, a excepción de los cuatro de la Supercopa (FC Barcelona, Real Madrid, Atlético de Madrid y Athletic de Bilbao) y de los pocos eliminados en esta primera ronda. Aun así, reconoce Genovés que el vestuario no ha puesto sobre la mesa ningún favorito y que, sin importar cuál sea el rival, el conjunto aragonés competirá como si de un partido más se tratara. «Nos toque quien nos toque, lo afrontaremos como el partido de cada fin de semana», explica.
En este sentido, el técnico del Ebro pone en valor la presencia de una manera de pensar en la entidad totalmente ligada a las circunstancias y la situación en las diferentes competiciones: «Este es un club que vive mucho en el presente», afirma. Por eso mismo, en la situación en la que el Ebro se encuentra ahora mismo en Segunda RFEF, duodécimo clasificado, con ocho puntos y a un puesto del playout, el equipo no pierde de vista la Liga. «Igual que estábamos muy enfocados en ganar al Tarazona, ahora estamos centrados en ganar este fin de semana contra el Eibar B», concluye Genovés.
El legado copero del CD Ebro
El idilio del Ebro con la Copa del Rey no es algo reciente. Tan solo en los últimos siete años, el conjunto aragonés se ha cruzado con tres equipos de Primera División en esta competición. El más reciente de ellos es el Celta de Vigo, al que el Ebro se enfrentó en noviembre de 2021 con Raúl Jardiel en el banquillo. Dos temporadas antes, en enero de 2020, fue el Leganés el que venció por la mínima al conjunto arlequinado. Por último, en enero de 2018, el Valencia solo pudo hacerle un gol al Ebro en Mestalla.
















