En la cocina conventual española hay secretos que se transmiten de generación en generación. Fray Ángel, fraile y apasionado cocinero, ha revolucionado las redes con su forma de preparar el solomillo, uno de los cortes más apreciados por su ternura natural.
En sus vídeos, grabados en la cocina del convento, explica que el éxito de la receta no está en los ingredientes caros ni en técnicas complejas, sino en respetar los tiempos de cocción. Según el fraile, la mayoría de las personas cometen el error de prolongar demasiado el tiempo al fuego.
El error más común al cocinar solomillo
Fray Ángel señala que cocinar el solomillo durante más de cuatro o cinco minutos por lado destruye su textura interna. “La carne no debe sufrir”, afirma. Su método consiste en sellar la pieza a alta temperatura y dejar que repose fuera del fuego para que los jugos se redistribuyan.
Esta técnica, conocida en el ámbito gastronómico como reposo de la carne, permite que la fibra se relaje y conserve la humedad. Muchos chefs profesionales aplican este principio, pero pocos logran explicarlo de forma tan sencilla como el fraile.
Un toque espiritual y gastronómico
Lo más sorprendente del método de Fray Ángel no es solo la precisión técnica, sino la filosofía que la acompaña. “Cocinar con calma y respeto es una forma de oración”, comenta. Esa mezcla de devoción y oficio ha hecho que miles de usuarios sigan sus consejos en redes sociales.
Su mensaje coincide con las recomendaciones de entidades oficiales como el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, que promueve un consumo responsable de carne y una cocina basada en la calidad del producto.
Cómo aplicar el método de Fray Ángel en casa
Para poner en práctica su receta, el fraile aconseja utilizar piezas frescas de solomillo, sal gruesa y una sartén bien caliente. El objetivo es dorar rápidamente la superficie y dejar que el calor penetre de forma uniforme.
- Calienta la sartén sin añadir aceite.
- Coloca el solomillo y séllalo 4 minutos por lado.
- Retira del fuego y deja reposar entre 6 y 8 minutos.
- Añade sal y un hilo de aceite de oliva al final.
Este último paso es esencial. Si se añade sal o grasa antes de tiempo, la carne pierde jugo y elasticidad. Por eso, el orden de los pasos es tan importante como el tiempo de cocción.
Por qué su método es infalible
El secreto reside en la física de los alimentos. Al reposar, el calor residual termina de cocinar el interior sin secarlo. Este proceso, llamado carryover cooking, garantiza una textura tierna y un sabor intenso.
Además, el fraile recuerda que no todas las carnes deben cocinarse igual. Los cortes magros como el solomillo requieren atención especial para evitar que la falta de grasa se traduzca en sequedad.
Más allá de la cocina: una lección de paciencia
El éxito de Fray Ángel ha trascendido la gastronomía. Su forma de enseñar combina humor, fe y técnica, acercando la cocina tradicional a nuevas generaciones. “Si no tienes prisa, el solomillo te lo agradecerá”, dice entre risas.
Detrás de su receta hay una reflexión sobre la vida monástica y la serenidad. Cocinar, en su visión, es un acto de cuidado y atención, algo que no se puede improvisar. Y su método, sencillo pero riguroso, ha conquistado a miles de hogares españoles.
Con esta filosofía, Fray Ángel demuestra que incluso un solomillo puede ser una lección de paciencia, respeto y tradición. Y que, al final, el verdadero secreto no está en el fuego, sino en el tiempo que le concedemos al reposo.













