En una pesadilla se encuentran los New Orleans Pelicans en este principio de temporada. No solo por el 0-4 con el que han empezado, sino porque las sensaciones son peores que el resultado, y no da la sensación que vayan a encontrar solución. Una franquicia que cada año empieza ilusionada desde la llegada en 2019 de Zion Williamson y que nunca acaba de encajar las piezas necesarias para conseguir los objetivos.
Se plantearon vender a su jugador franquicia, Williamson, pero decidieron seguir confiando en él y rodearle de piezas que le hagan ser un equipo competitivo, pero otro año más, no aciertan. El alero está promediando 21,7 puntos, 6,3 rebotes, 4,7 asistencias y 3 robos por partido, cifras de buen jugador de la liga, no de una superestrella como lo que es en Pelicans.
En los dos primeros partidos frente a Memphis Grizzlies y San Antonio Spurs fueron un equipo competitivo, donde perdieron pero lucharon. Sin embargo, en el tercero ante Boston Celtics (122-90) y esta noche con Denver Nuggets (122-88) han sido aplastados sin opción en ningún momento de los partidos. Contra el conjunto de Nikola Jokic, los de Luisiana han hecho un encuentro horrible en todos los aspectos. Han realizado 32/85 (37,6%) en tiros de campo con tan solo 7 triples de 34 intentados (20,6%) y con una mala anotación desde el tiro libre con 17 anotados de 29 (58,6%).
Lee también
En cuanto a actuaciones individuales pocas buenas noticias pueden sacar. Buena actuación del ‘rookie’ Jeremiah Fears con 21 puntos y 6 asistencias (de 17 que hizo el equipo), lo demás, un nivel muy bajo por parte de todos los jugadores.
Visto el camino que llevan los de Willie Green, extraña la decisión tomada por la gerencia de la franquicia, encabezada por Joe Dumars, de no apostar por el futuro, después de traspasar de manera inesperada a los Atlanta Hawks su elección de primera ronda de 2026 sin previo control o protección alguna sobre esta. Cierto es que solo se han jugado solo cuatro partidos y quedan 78 por delante, pero las impresiones iniciales que ofrecen los Pelicans es de no encontrar soluciones.
