El sector automotriz en España, que representa alrededor del 11 % del PIB nacional y sostiene cientos de miles de empleos, se enfrenta a un punto de inflexión. El Gobierno de España ha suscrito con Francia una carta dirigida a la Unión Europea en la que ambas potencias reafirman su apoyo al calendario que prevé la prohibición de la venta de vehículos con motor de combustión en 2035 y su circulación en 2050.
En 2024 se fabricaron aproximadamente 2.376.000 vehículos en España, lo que la convierte en el segundo mayor fabricante de automóviles de Europa, solo por detrás de Alemania. Según datos recientes, menos del 5 % de esos vehículos son eléctricos, mientras que más del 50 % siguen siendo convencionales de gasolina o diésel y entre el 35 % y 40 % híbridos con motor de combustión asociado.
¿Por qué este cambio abrupto?
La hoja de ruta europea para alcanzar la neutralidad climática y reducir las emisiones de CO₂ empuja al sector automotriz a una transformación acelerada. Los motores térmicos—gasolina y diésel—son señalados como grandes emisores y su eliminación se presenta como un objetivo clave.
Sin embargo, en España la transición tiene obstáculos significativos:
- La dependencia de baterías importadas: España aún no cuenta con una planta de producción nacional de baterías para vehículos eléctricos.
- La infraestructura de recarga sigue siendo insuficiente para una sustitución masiva del parque automovilístico.
- El poder adquisitivo medio y la demanda del mercado no están alineados con la rápida adopción del vehículo eléctrico.
Implicaciones para la industria española
La patronal del sector automotriz en España, ANFAC, ha reclamado al Gobierno una “actitud pragmática, flexible y tecnológicamente neutral” para evitar que la competitividad y el empleo se vean perjudicados. Mientras tanto, el sindicato USO advierte que el calendario propuesto podría significar “un tiro en el pie” para una industria clave para la economía.
Con la prohibición en puerta, los híbridos de gasolina también quedan en riesgo, puesto que conservan un motor de combustión y por tanto podrían quedar vetados en el nuevo escenario regulatorio.
Contradicciones del calendario actual
Aunque el Gobierno ha dado el paso de respaldar la supresión de los motores térmicos, la realidad productiva y comercial indica otra cosa: la mayor parte de la producción automovilística española aún recae sobre motores convencionales. Esto genera una tensión clara entre la meta regulatoria y la situación de base del sector.
Factores críticos de riesgo
Entre los principales desafíos destacan:
| Factor | Detalle |
|---|---|
| Infraestructura | La red de recarga para vehículos eléctricos debe expandirse rápidamente. |
| Cadena de suministro | España carece de producción nacional de baterías y depende de la importación. |
| Mercado doméstico | El 95 % de los vehículos siguen siendo de gasolina o diésel, lo que indica un parque automovilístico poco preparado. |
Existe además una brecha entre los incentivos regulatorios y la capacidad del consumidor medio para adquirir vehículos eléctricos o híbridos avanzados, así como entre la velocidad de la regulación y la realidad industrial.
Perspectivas hacia 2035
La industria española necesita adaptarse con rapidez. Para ello, los pasos críticos incluyen:
- Impulsar la instalación de plantas de fabricación de baterías en España.
- Incrementar la red de recarga eléctrica y el acceso en zonas residenciales.
- Fomentar programas de formación y reconversión para la fuerza laboral del sector automotriz.
- Diseñar planes de transición que permitan una coexistencia ordenada entre tecnologías térmicas, híbridas y eléctricas.
Si se cumplen estas condiciones, la transición hacia un mercado sin motores de combustión podría abordarse con mayor seguridad. En caso contrario, el cumplimiento de los plazos podría generar un choque industrial y comercial de gran magnitud.
El sector español está ante una encrucijada: adaptar o quedar rezagado. La decisión del Gobierno define un rumbo. El trayecto hacia 2035 exigirá sincronía entre regulación, innovación y mercado.














