Juan Carlos I ha vuelto al escaparate mediático y también va a regresar de visita a España en las próximas horas. En su retiro en Abu Dabi (Emiratos Árabes Unidos), ha concedido entrevistas a ‘Le Figaro’ y ‘Paris Match’ para preparar el lanzamiento en Francia, el 5 de noviembre, del libro ‘Reconciliación‘, sus memorias escritas por la periodista Laurence Debray. En España habrá que esperar hasta el mes de diciembre (editorial Planeta) para poder comprarlo.
El emérito (87 años) repasa en el libro su reinado, su papel en la Transición y el lustro de ‘exilio’ en Abu Dabi. El exjefe de Estado busca recuperar voz, reconocimiento y espacio público, un espacio que su hijo Felipe VI le ha ido achicando todos estos últimos años: en 2019 salió de la agenda institucional; en marzo de 2020 le retiró el sueldo a cargo de los Presupuestos y renunció a su herencia, y, en agosto de aquel año, pactó con él (y con el Gobierno) que se iría a vivir a Abu Dabi para evitar más daños colaterales a la Corona.
El antiguo Monarca va por libre y su hoja de ruta se escribe a miles de kilómetros físicos, y emocionales, de la Zarzuela. ‘El Mundo’ ha adelantado que tiene previsto viajar a Vitoria en las próximas horas, una información confirmada por este diario. Según afirman fuentes de su entorno a EL PERIÓDICO, ahora mismo se encuentra en Londres y volará a Euskadi para asistir a una cita médica. Después tiene previsto pasar unos días en Portugal y probablemente acabará viajando a Galicia, donde tiene muchos amigos con los que habitualmente sale a navegar. El fin de semana del 8 y 9 de noviembre se celebra en el Real Club Náutico de Sanxenxo la VII Liga Española de 6 metros, la categoría en la que compite el emérito.
En la Zarzuela no quieren darle publicidad a sus declaraciones en los medios franceses y tampoco ayudarle a vender libros y han optado por el silencio, el vacío. Un portavoz oficial de la Casa del Rey ha rechazado comentar las afirmaciones que ha hecho en la prensa francesa y adelanta que se ha decidido mantener la misma estrategia para cuando llegue el momento del libro y los comentarios polémicos se multipliquen: tiene 500 páginas.
La Zarzuela evita cualquier gesto que pueda interpretarse como una reacción institucional o un aval a su relato. La consigna es no alimentar la conversación mediática y dejar que el libro siga su curso fuera del radar oficial. De hecho, toda la promoción de lanzamiento llega semanas antes de que, el 22 de noviembre, se celebren los 50 años de la restitución de la monarquía en España. Aquel día, en 1975, Juan Carlos I fue entronizado. El Congreso de los Diputados recordará el hecho histórico sin el rey emérito en un acto el viernes, 21, por la mañana, como adelantó EL PERIÓDICO el viernes de la semana pasada. Felipe VI no ha considerado oportuno invitar a su padre, con el que mantiene una relación fría. De hecho, en el libro, según ha publicado la prensa francesa, Juan Carlos I afirma: «Espero sobre todo, durante mi vida, tener una jubilación tranquila, renovar una relación armoniosa con mi hijo y, sobre todo, regresar a España, a mi hogar». No parece un deseo fácil de realizar. La publicación de las memorias va a tensar una vez más el delicado equilibrio entre pasado y presente. Zarzuela opta por la prudencia; el rey emérito, por la exposición.
«Días de desesperación»
En el adelanto de ‘Le Point’, el exjefe de Estado afirma que «verse obligado al desarraigo y al aislamiento al final de la vida no es fácil». «Estoy resignado, herido por una sensación de abandono. No puedo contener la emoción al pensar en ciertos miembros de mi familia para quienes ya no importo, y especialmente en España, que tanto echo de menos. Hay días de desesperación, de vacío», afirma, unos lamentos que están cayendo en saco roto en Madrid y que su estrategia comunicativa (con el libro y las entrevistas) parece complicar todavía más.
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