El adelanto electoral en Extremadura lleva a Podemos a dar un volantazo en su propia hoja de ruta. La formación, que lleva meses rechazando alianzas con IU, confirma ahora que acudirá a esta cita con las urnas con Izquierda Unida y manteniendo la marca «Unidas por Extremadura«, que volverá a estar encabezada por Irene de Miguel, líder autonómica del partido. Así lo confirmó este martes la secretaria general de Podemos, Ione Belarra, que en mayo exigía a IU salir del «Gobierno de la guerra» para sellar cualquier acuerdo.
«Estamos convencidas de que la mejor candidatura es Irene de Miguel y Unidas por Extremadura», defendió la diputada desde la sala de prensa del Congreso de los Diputados. Podemos lleva seis meses rechazando cualquier alianza con Izquierda Unida, bajo el argumento de que formaba parte del Ejecutivo que ha aumentado el gasto militar y exigiéndole salir del Consejo de Ministros como condición a cualquier acuerdo. En Andalucía han cumplido su advertencia y hasta ahora se han negado a sentarse a negociar con los de Antonio Maíllo, rechazando mantener la marca unitaria ‘Por Andalucía’ y asegurando que las siglas de Podemos estarán en la papeleta electoral.
Una hoja de ruta que preveían mantener en todas las citas electorales, según ha llegado a trasladar el partido a IU en las últimas semanas, tal como publicó EL PERIÓDICO. Sin embargo, el adelanto electoral en Extremadura ha desbaratado la estrategia diseñada desde Madrid, consistente en arrancar en Castilla y León y Andalucía una hoja de ruta en solitario para extenderla después al resto de lugares y culminar las elecciones generales con Irene Montero de candidata.
La excepción extremeña
En esta ocasión, confirman fuentes moradas, sí mantendrán la alianza electoral con IU, con quien comparten grupo parlamentario. Extremadura se confirma así como una excepción, después de serlo ya en 2023, cuando Fue, junto a Navarra, una de las que mejores resultados tuvo Podemos en las últimas elecciones, logrando cuatro diputados y un 6% del voto, frente a la debacle que se produjo en el resto de territorios, donde desaparecieron de gran parte del mapa, entre ellos lugares clave como Madrid o Comunidad Valenciana.
La excepción no se limita a esto; se da la circunstancia de que Extremadura es el único bastión de Podemos que mantiene a su candidata respecto a los últimos procesos electorales, después de la fortísima renovación y las numerosas bajas que se produjeron en las filas moradas. La dirigente Irene de Miguel fue elegida por primera vez diputada en la Asamblea regional en 2015, y desde entonces se ha mantenido en la formación.
En 2020 asumió la secretaría general de Podemos Extremadura, y siempre ha mantenido una voz propia dentro de la organización, consolidándose como una autoridad en la izquierda extremeña y manteniéndose al margen de la estrategia estatal. En 2023 fue de las pocas opciones -junto a Navarra- donde las siglas del partido no estaban presentes en la marca electoral, Unidas por Extremadura.
Una marca que lleva en funcionamiento desde 2019 y que la federación autonómica ha apostado por revalidar de cara a los comicios del 21 de diciembre. Concurrir con Izquierda Unida es la condición de posibilidad para aspirar a revalidar los resultados logrados en 2023, dada la fortísima fractura que supone la fragmentación del voto en dos papeletas distintas. Una factura que parecen asumir ya en Andalucía, donde ha habido bajas en las filas moradas en protesta por la decisión unilateral de Madrid.
Críticas al Gobierno
Belarra justificó este martes la candidatura Unidas por Extremadura en el objetivo de «dar a los extremeños una alternativa que no le da el PSOE, un PSOE acosado por la corrupción«, defendió la dirigente de Podemos, en una referencia velada a la causa judicial abierta en Badajoz que tiene imputado a Miguel Ángel Gallardo, secretario general de los socialistas extremeños, por la contratación de David Sánchez, hermano del presidente de Gobierno.
La secretaria general de Podemos no dudó en criticar abiertamente al Gobierno, pese a que hasta ahora su principal argumento para rechazar un pacto con IU era precisamente que formaba parte del Consejo de Ministros y del «Gobierno de la guerra». En los últimos meses, en las filas moradas argumentaban que era «incoherente» hacer campaña junto a ministros de Izquierda Unida, al considerar que su estrategia de oposición a Sánchez era «incompatible» con miembros del mismo Consejo de Ministros. Pero el discurso ha cambiado en el caso de Extremadura, donde ahora eluden esta circunstancia.
«Extremadura va a ser el primer paso a nivel autonómico para volver a poner la izquierda en pie, para recuperar la capacidad de transformación que hemos perdido estos años y que constatamos día tras día, con un Gobierno a nivel del Estado que desoye los problemas de la gente, (…) que se gasta nuestro dinero en armas y en tanques en lugar de políticas sociales», sostuvo. En todo caso, sostuvo que la militancia ratificará la forma en que decidan presentarse.
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