Cuanto más lejos, mejor, por Lluís Foix

La Asamblea General Ordinaria del Barça de este pasado domingo ha confirmado la lejanía que separa al club de los socios. Desde 2022 se celebra de forma telemática levantando un muro invisible pero real entre la Junta y sus todavía propietarios. El despotismo ilustrado lo introdujo en España Carlos III hace dos siglos y medio. Su eslogan se resumió en “todo para el pueblo, pero sin el pueblo”, es decir, de arriba hacia abajo y no al revés. 

Los que hemos frecuentado muchas veces los estadios ingleses hemos experimentado la cercanía del gran público con los jugadores que pueden percibir los aplausos y los insultos desde las gradas. Así ocurría en Les Corts de la calle Numancia y en cualquier campo de fútbol de hace un siglo. 

El hecho de que el Barça y el Villarreal de Liga se juegue en el Hard Rock Stadium de Miami el 20 de diciembre próximo, confirma esta tendencia. Lejos, lejos, cuanto más lejos mejor. El AC Milan y el Como que entrena Cesc Fàbregas han planteado jugar en Perth (Australia) en febrero de 2026 un partido de la Serie A. Cuando Elon Musk llegue a Marte se podría transmitir un Clásico desde el Planeta Rojo.

La Asamblea telemática de Joan Laporta es un síntoma más de la pared que separa a los directivos y jugadores de los socios, fans o seguidores. Las emociones se canalizan a través de las pantallas y ¿para qué molestarse dedicando una mañana para fiscalizar y pedir explicaciones sobre la gestión de una Junta? No hay peor ciego que el que no quiere ver, Laporta dixit. Vale



Fuente