La Audiencia Provincial de Salamanca ha condenado a dos años de prisión a un hombre, junto con el pago de una indemnización de 6.430 euros, como autor responsable de un delito de lesiones con un vaso en una discusión sobre otra persona en un bar de la capital. Se aplica al encausado la atenuante analógica de embriaguez.
Como hechos probados, la sentencia recoge que sobre las 09.00 horas del día 1 de enero de 2024 la víctima se encontraba junto a otros familiares en un bar en el que también se hallaba el acusado en compañía de su hermano. En un momento dado, se inició una discusión entre el hermano del acusado, por un lado, y la víctima y familiares de este último por otro.
De las palabras a las manos
De las palabras se pasó a las manos, como se asegura en la sentencia, momento en el que el acusado, «con la intención de menoscabar la integridad física» de la víctima, la golpeó en la cabeza con un vaso de cristal que portaba y que se fracturó.
Como consecuencia de este golpe, la víctima sufrió una herida incisa en la región frontoparietal izquierda que requirió para su curación un tratamiento quirúrgico de cuatro puntos de sutura y que tardó en curar diez días. Fruto de la lesión, a la víctima le ha quedado como secuela una cicatriz queloidea en la parte superior frontal izquierda muy próxima al cabello que fue valorada como perjuicio estético de grado moderado.
El acusado había consumido una abundante cantidad de bebidas alcohólicas durante toda la noche, lo que provocó que tuviera en parte disminuidas sus facultades volitivas y su capacidad de autocontrol en el momento de los hechos. Además, el bar sufrió durante la pelea diversos desperfectos en vasos, vajilla o taburetes, entre otros enseres, aunque el titular del establecimiento no ha reclamado ninguna indemnización.











