Hace tres años, Atresplayer revivió el fenómeno del ‘bakalao’ con ‘La Ruta’, una serie que fue más allá de recordar el frenesí fiestero en la València de los años 80, llevándolo al lado humano de unos personajes marcados por una tragedia de juventud. La ficción sorprendió con su original estructura (los episodios avanzaban hacia atrás, empezando en 1993 y acabando entre 1981-1983) y se llevó el Premio Ondas 2023 a Mejor Serie de Drama y tres Feroz. A partir del domingo 26 de octubre, la plataforma amplía la historia en ‘La Ruta. Vol. 2: Ibiza’, ahora ambientada en la famosa isla balear y con dos líneas temporales, aunque con su mismo protagonista: Marc Ribó (Àlex Monner).
Porque esta nueva serie es a la vez una precuela y una secuela de su predecesora. Por una parte, viaja a 1996, cuando Marc entra como DJ residente en una de las discotecas de referencia, Amnesia, e Ibiza está a punto de convertirse en la capital del ocio mundial.
Por otro retrocede a los primeros años 70, cuando la isla era un oasis de libertad en la España franquista y los ‘hippies’ la habían convertido en su refugio. Esa Ibiza es la que conocen los padres de Marc (interpretados por el propio Mònner y por Marina Salas), pocos meses antes de morir en el famoso accidente aéreo del Caravelle de 1972, con los mismos años que cumplirá el protagonista al llegar a la isla.
Un espejo de dos generaciones
«La serie se convierte así en un espejo de dos generaciones, entre padres e hijos«, considera Roberto Martín Maiztegui, creador junto a Clara Botas y Borja Soler de un ficción que sigue dando mucha importancia a la música, pero que también «se abre a otras cosas». Como a la hora de intentar «reflejar las cinco Ibizas: la de los clubs y los DJ; la de los ‘hippies’; la de la ‘jet set’; la de los autóctonos, y la de los temporeros«, enumeran los creadores.
Àlex Monner, como Manuel en ‘La Ruta. Vol. 2: Ibiza’ / LAIA LLUCH / ATRESMEDIA
Monner se enfrenta aquí al reto de interpretar a dos personajes a la vez, a Marc y a su padre, en dos épocas distintas. «Hubo momentos de mucha inseguridad», reconoce el actor, que para encarnar al progenitor del protagonista de ‘La ruta’ le ha dado incluso otro tono de voz. «Desde la escritura ya estaba muy apuntado que fueran dos personajes muy distintos», destaca el intérprete, que para darles vida se inspiró en películas como ‘Una mujer bajo la influencia’, ‘The Master’ y ‘There Will Be Blood’.
Irene Escolar, uno de los fichajes de esta secuela, también encarna un papel doble: el de una madre (Violeta, una líder ‘hippie’ en los años 70) y una hija (Olivia, una joven de los 90). «Es uno de los mayores desafíos a los que me he enfrentado como actriz, porque no es nada habitual que ocurra», reconoce la intérprete. «La gran dificultad estaba en diferenciar a los personajes claramente», señala.

Marina Salas, en ‘La Ruta. Vol. 2: Ibiza’ / LAIA LLUCH / ATRESMEDIA
La maternidad
Su papel de Violeta en la serie sirve, además, para introducir otro de los temas troncales en esta segunda temporada, compuesta de seis episodios de 50 minutos: la maternidad. «Eso se ve porque hay tres mujeres que son madres de diferente manera y en distintas épocas», avanza la actriz, cuyo personaje en los años 70 tiene bastante influencia sobre la madre de Marc, a la que da vida Marina Salas.
«El vínculo madre-hijo atraviesa toda la serie, pero yo no quería reducir a mi personaje a una madre asfixiada. Era una mujer que, en los años 70, no podía desarrollarse, y quería ver qué sucedía ahí», añade la actriz.

Irene Escolar, en ‘La Ruta. Vol. 2: Ibiza’ / LAIA LLUCH / ATRESMEDIA
Para Clara Botas, una de las creadoras de la serie, los nuevos personajes de esta temporada «sirven para tratar temas menos juveniles» que en la primera. Otra de las principales incorporaciones de los nuevos episodios es Carla Díaz (‘Élite’), como la pareja de Marc.
Eso sí, también hay ‘cameos’ de algunos de los actores protagonistas de la primera entrega: Elisabet Casanovas, Claudia Salas y Ricardo Gómez.
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