Una bacteria recientemente identificada es capaz de producir gas natural renovable, aprovechando residuos orgánicos de vertederos, granjas y plantas de tratamiento de aguas residuales en descomposición. El gas obtenido se captura, se limpia y se transforma en energía utilizable.
Un equipo internacional de investigadores liderado por la Universidad de Columbia Británica, en Canadá, ha identificado una bacteria hasta ahora desconocida que permite la conversión de residuos alimentarios en gas natural renovable (GNR). El estudio, publicado en la revista Nature Microbiology, muestra que este microorganismo, que pertenece a la familia Natronincolaceae y se ha denominado Syntrophacetatiphaga salishiae, es responsable de gran parte de la oxidación de acetato en digestores anaerobios, un proceso que lleva a la producción de gas natural renovable.
Una vía metabólica confirmada
El descubrimiento se concretó mientras los científicos estudiaban la microbiota activa en digestores donde se procesa gran cantidad de restos de comida. Mediante una combinación avanzada de métodos de análisis, los investigadores pudieron identificar y seguir proteínas producidas por las células que realmente estaban trabajando en la degradación del acetato. De esa manera, lograron hallar a esa bacteria rara pero extremadamente activa, definiéndola como clave en el flujo de carbono del sistema.
La investigación ha logrado demostrar que S. salishiae utiliza una vía metabólica basada en la oxidación de la glicina, que hasta ahora era hipotética en este contexto, y que esta especie podría explicar la mayor parte del flujo de acetato dentro de la comunidad microbiana. Los especialistas subrayan que miembros muy escasos de la “biosfera rara” microbiana pueden ser responsables de procesos críticos a escala del ecosistema relacionado con la descomposición de restos orgánicos.
Incremento y mayor eficiencia en la producción de gas natural renovable
El hallazgo también ayuda a entender por qué la producción de gas natural renovable (GNR) se mantenía en las plantas estudiadas incluso cuando los consumidores habituales de acetato desaparecían: los investigadores descubrieron que la nueva especie tolera niveles elevados de amonio que paralizan a otros productores de metano, manteniendo la producción energética cuando otros sistemas fallan.
Referencia
Activity-targeted metaproteomics uncovers rare syntrophic bacteria central to anaerobic community metabolism. Skyler Friedline et al. Nature Microbiology (2025). DOI:https://doi.org/10.1038/s41564-025-02146-w
El GNR se produce cuando se descomponen los residuos orgánicos: en un digestor anaeróbico, las bacterias primero desintegran los restos de comida en compuestos simples como ácidos grasos, aminoácidos y azúcares. Como explica una nota de prensa, otros microbios los convierten en ácidos orgánicos, como el ácido acético (vinagre). Los organismos productores de metano se alimentan del ácido acético para generar metano, que luego se refina en GNR.
El microbio recién descubierto es uno de estos productores críticos de metano: S. salishiae podría mejorar la estabilidad y eficiencia de las plantas de producción de gas natural renovable, reduciendo pérdidas por paradas y aumentando la producción de GNR a partir de residuos urbanos y agrícolas. Además, abre una nueva vía para descubrir otros microbios raros con capacidades y condiciones similares.












