La visita de Isabel Preysler a El Hormiguero estuvo marcada por la clase y la sinceridad. La socialité abrió su corazón y compartió reflexiones sobre su trayectoria personal y profesional.
Tras la entrevista, Pablo Motos le invitó a acompañarles en la habitual tertulia con la que despiden cada semana. Isabel acetó y se sentó al lado de Tamara Falcó, su hija.
Como no podía ser de otra manera teniendo a madre e hija en el plató, y a raíz del libro de memorias de la socialité, Pablo les preguntó si creen que saben todo la una de la otra. La marquesa de Griñón aseguró que gracias a la publicación de estas confesiones, ha podido conocer a su madre «de mujer a mujer».














