El director del Museo Nacional del Prado, Miguel Falomir, ha presidido el jurado de esta 45.ª edición del premio “Princesa de Asturias” de Comunicación y Humanidades. Hoy asistirá a la ceremonia de entrega de los galardones en el teatro Campoamor de Oviedo.
-Hay un Museo entre los premios de este año, el de Antropología de México, y hay quien lo ha cuestionado.
-¿Sí? No sabía. Yo hablo de mi museo, no de otros museos ni de otros premios.
-¿Hablamos entonces de la seguridad del Museo del Prado? ¿Algo como lo ocurrido en el Louvre podría suceder en El Prado?
-Yo creo que nunca se puede decir que esto o aquello es imposible, que no puede pasar. El “imposible” lo dijo el naviero que hizo el “Titanic” y no llegó ni a su primer viaje. Lo que hay que intentar es poner todos los medios para que no ocurra. El otro día seguía atentamente la rueda de prensa de mi colega y amiga Laurence des Cars, la directora del Louvre, y escuché los fallos que enumeraba. Me di cuenta de que eran fallos que no hay en el Prado: el número de cámaras por sala es infinitamente superior, el número de vigilantes por visitante también es mayor y la presencia de policía es permanente. Todo el perímetro exterior del museo está cubierto por cámaras. En principio, todos esos errores o fallos que se enumeraban en el Louvre, en El Prado no concurren. A lo mejor podría surgir otra cosa, no lo sé, pero creo que el Museo está muy bien equipado para hacer frente a estos desafíos. Pero, repito, nunca digas que algo no puede pasar: la soberbia suele ser castigada por los dioses.
-Es sorprendente, porque De Cars ya había advertido hacía tiempo de las serias deficiencias de seguridad en el Louvre y no se había hecho nada para solucionarlo.
-El Louvre es un museo muy grande, y en parte ahí está su grandeza, pero también su punto débil. Cuando hablamos de grandes museos y metemos en el mismo saco al Prado y al Louvre, en términos de magnitud, metros cuadrados o número de visitantes, estamos hablando de realidades completamente distintas. Parece lógico que debiera tener el perímetro cubierto, pero la fachada donde apoyaron aquella grúa tiene más de un kilómetro de largo. Son magnitudes que se nos escapan, realmente.
-Hay quien ha interpretado el robo del Louvre como una señal de la decadencia de Francia y de la cultura occidental.
-A veces nos ponemos muy tremendos. Todo tiende a magnificarse. Cuando algo relativamente similar sucedió en el British Museum, hace dos años, también se habló del fin del Imperio Británico. Recuerdo que, cuando llegué al Prado, algún titular en la prensa extranjera hablaba del “museo enfermo de Europa”. Gusta el titular llamativo.
-El Prado tiene entre manos la obra del Salón de Reinos.
-Si todo va bien la obra estará concluida en 2027 y se abriría al público en 2028. Es obligatorio testear el edificio antes de su apertura. Hasta entonces se trabaja a muy buen ritmo. La fase más crítica, que era la excavación y consolidación del edificio preexistente, ya ha concluido. Ahora estamos levantando estructura. Dinero hay, así que no tendría por qué haber retrasos injustificados.
-¿El resto del complejo? Acaban de inaugurar la remodelación de la galería central.
-El Museo del Prado está constantemente con ampliaciones y mejoras. Últimamente se han llevado a cabo una serie de obras que han supuesto una modernización y homogeneización de toda la museografía. Es un proceso que empezamos hace unos años y que seguimos haciendo sin prisa, pero sin pausa.
-¿Siguen adelante con el programa de préstamo de obras «El Prado Extendido”?
-El Prado extendido no tiene fecha de caducidad. Es consustancial al Museo. Se están haciendo muchas cosas; el ejemplo de Oviedo probablemente sea de los más explícitos y elocuentes. Se trabaja constantemente con instituciones y comunidades autónomas. La idea es que cada vez haya más obras a disposición de la ciudadanía.
-¿Llegará algún nuevo depósito a Asturias?
-Creo que ahora mismo no hay ninguno pendiente, pero como decía, no es un proyecto cerrado. Si el Museo de Asturias considera interesante incorporar algún fondo más y es posible por nuestra parte, así se hará, como hasta ahora.
-El Bellas Artes de Asturias emprende una nueva etapa, con María López Fanjul en la dirección.
-Así es, y le deseamos todo lo mejor. La relación entre ambos museos siempre ha sido muy estrecha y estoy convencido de que seguirá siéndolo.
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