Las grandes eléctricas siguen moviéndose para intentar prolongar la vida de la central nuclear de Almaraz, en Cáceres. Iberdrola, Endesa y Naturgy, que comparten accionariado en la planta, han trasladado por carta al Gobierno su intención de aplazar el cierre de la central, cuyos dos reactores está previsto que se desconecten en 2027 y 2028. Las tres compañías han confirmado al Ministerio para la Transición Ecológica su “disposición” para posponer el cierre de la instalación, a la espera de que la próxima semana formalicen una petición en este sentido.
“El Ministerio para la Transición Ecológica ha recibido una carta en Endesa, Iberdrola y Naturgy en la que exclusivamente trasladan su “disposición” para ampliar el calendario de cierre de la central nuclear de Almaraz”, subrayan fuentes del departamento comandado por Sara Aagesen tras una información de El País. “No se notifica nada ni se avanza ningún tipo de actuación” sobre el futuro de la central, subrayan. La misiva es solo una declaración de intenciones y no supone el arranque de ningún procedimiento formal, pero sí muestra el consenso de las propietarias de la central cacereña al ir firmada por las tres eléctricas.
Las grandes eléctricas trabajan a contrarreloj para presentar de manera inminente una solicitud formal al Gobierno para ampliar la vida de la central nuclear de Almaraz y posponer su cierre al menos hasta 2030. Iberdrola, Endesa, y Naturgy han dado hasta fin de este mes para formalizar la petición de ampliar la vida de la central nuclear de Almaraz, cuyos dos reactores está previsto que se desconecten en 2027 y en 2028.
La junta de socios de CNAT -la sociedad que formalmente opera la central cacereña- se reunió el pasado martes y reafirmó su compromiso para intentar posponer el cierre de la planta (como ahora han trasladado por carta al Gobierno). Ahora tocan días de trámites acelerados y aprobaciones en diferentes instancias de las compañías para poder sacar adelante la solicitud. Los consejos de administración de las tres eléctricas han de dar el ‘ok’ a la petición, para que después la propia comunidad de bienes que comparte la propiedad de la central cacereña lo apruebe formalmente y envíe la solicitud al Ministerio para la Transición Ecológica.
Los accionistas de Almaraz convocarán la próxima semana una asamblea extraordinaria -el órgano con potestad legal para adoptar decisiones estratégicas- para aprobar en ella la solicitud de ampliación de la licencia de funcionamiento de Almaraz hasta 2030. Aunque Iberdrola tiene la mayoría accionarial en Almaraz (con casi un 53%), las decisiones estratégicas han de adoptarse por unanimidad de los tres socios.
El Gobierno, a la espera de una petición formal
A la espera de que se concrete en los próximos días, las tres energéticas se alinean ahora en un consenso de mínimos para salvar la central cacereña y parecen dispuestas a aparcar la exigencia previa de conseguir una rebaja de impuestos a las nucleares antes de solicitar la prórroga de la autorización de funcionamiento. El Ejecutivo, no obstante, esperará a recibir la petición formal de Iberdrola, Endesa y Naturgy de ampliar la central nuclear para poder confirmar que no implica contrapartidas económicas ni rebajas de impuestos para las empresas
Iberdrola y Endesa condicionaban hasta ahora la solicitud de ampliación de Almaraz a una reducción de la carga fiscal del sector, una exigencia que no planteaba Naturgy. Las compañías pretenden presentar la solicitud de retrasar el cierre de Almaraz y en principio queda pospuesta la exigencia de recorte de impuestos. Pero el Ministerio para la Transición Ecológica no se fía y advierte de que mantiene sin cambios todas las “líneas rojas” establecidas para siquiera estudiar la petición de las eléctricas, especialmente la referente a que no implique trasladar costes extra a los clientes a través del recibo de luz o a los contribuyentes mediante reducciones de impuestos. El Ejecutivo esperará a recibir la solicitud formal de CNAT para poder confirmar que el escenario que plantea no implica contrapartidas económicas ni rebajas de impuestos.
Fue el propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el que el pasado mayo mostró su disposición a estudiar una ampliación de la vida de todas las centrales nucleares si lo pedían las eléctricas propietarias -aunque en Moncloa no lo vean imprescindible para el país-, pero solo si la solicitud cumplía tres condiciones previas: que se garantice la seguridad de los ciudadanos desde una perspectiva radiológica; que sea conveniente para garantizar la seguridad de suministro eléctrico; y especialmente que no suponga un mayor coste para los consumidores ni para los contribuyentes.
Unas condiciones previas que desde el Gobierno se avisa que no se moverán y que si no se cumplen no se abordará la prórroga de Almaraz ni de otras centrales nucleares. “El Gobierno ha planteado tres líneas rojas para estudiar una prórroga de cualquier central nuclear”, apuntan fuentes del Ministerio para la Transición Ecológica, comandado por la vicepresidenta Sara Aagesen. “Hasta el momento las empresas han condicionado la petición de prórroga a una rebaja de las cargas fiscales que soportan las centrales lo que no cumpliría con las condiciones”, indican fuentes ministeriales, que apuestan por analizar la solicitud que finalmente presenten las compañías eléctricas y asegurarse de que efectivamente no incluye la propuesta de contrapartidas económicas adicionales.
Suscríbete para seguir leyendo











