El inminente lanzamiento de Lux, el cuarto álbum de estudio de Rosalía, está generando un revuelo poco habitual incluso para una artista acostumbrada a convertir cada proyecto en un fenómeno cultural. Entre las muchas voces que han comentado su propuesta se encuentra la del filósofo cordobés José Carlos Ruiz, que ha querido detenerse en la lectura simbólica del nuevo trabajo de la cantante.
En un mensaje publicado recientemente Ruiz reflexionaba sobre el contexto en el que aparece Lux: “En pleno siglo XXI, cuando parece que la razón se agota y claudica ante las ideologías, al tiempo que la fe ya no mueve montañas, Rosalía hibrida filosofía y misticismo en la portada de su nuevo disco”.
Con esa observación el pensador no solo apuntaba a la estética del proyecto, sino también al papel que puede jugar la artista como figura capaz de tender puentes entre lo racional y lo trascendente.
Lux: el cuarto disco de Rosalía
El comentario del filósofo coincide con un momento clave en la carrera de Rosalía. Lux, que verá la luz el próximo 7 de noviembre, marca un nuevo punto de inflexión tras el impacto de Motomami (2022).
Grabado junto a la Orquesta Sinfónica de Londres bajo la dirección del islandés Daníel Bjarnason, el disco propone una estructura en cuatro movimientos e incluye colaboraciones con Björk, Yves Tumor, Sílvia Pérez Cruz, Carminho, Estrella Morente y la cantante mexicana Yahritza. La artista ha descrito el álbum como una exploración sobre la “mística femenina, la transformación y la trascendencia”, un territorio poco frecuente en la música popular contemporánea.
El trabajo de José Carlos Ruiz
Ruiz, que es profesor de Filosofía en la Universidad de Córdoba, ha dedicado buena parte de su trayectoria a analizar el pensamiento crítico y la necesidad de recuperar la profundidad en una época dominada por la inmediatez y la superficialidad digital. Autor de ensayos como El arte de pensar o Filosofía ante el desánimo, y colaborador habitual en medios como la Cadena SER y la revista Ethic, el cordobés ha sabido acercar la reflexión filosófica al gran público con un tono divulgativo pero exigente.
En los últimos años el profesor ha insistido en la importancia de rescatar la dimensión simbólica y emocional del pensamiento. En ese sentido Lux parece ofrecerle un nuevo ejemplo de cómo la cultura pop puede servir de vehículo para explorar las preguntas de siempre: quiénes somos, qué sentido tiene la belleza y por qué seguimos buscando algo más allá de lo inmediato.










