Raúl vuelve de Madrid pletórico tras la carrera y Claudia le confiesa que lo pasó muy mal escuchando por la radio la carrera ya que por un momento pensó que algo malo le podría haber ocurrido.
Raúl le dice que un amigo suyo puede alquilarles un piso en Madrid cerca del circuito de carreras, pero a Claudia le empiezan a surgir las dudas. Ella no está preparada para seguirle ni para ser la mujer que le acompañe en cada carrera.
Por eso, la joven toma una decisión que Raúl no se esperaba y… ¡rompe con él! El joven intenta que Claudia cambie de idea y le dice que, si tiene que renunciar a algo renuncia a su sueño, pero que a lo que no quiere renunciar es a su amor.
Sin embargo, para Claudia no hay vuelta atrás. Ser la mujer de un piloto de carreras le recuerda a cuando su difunto marido Mateo perdió la vida. No quiere que renuncie a su sueño por ella y le dice que no puede casarse con él.
“Yo siempre te estaré esperando,Claudia”, le dice un Raúl destrozado mientras se marcha para siempre de Toledo y de la vida de Claudia. ¿Su ruptura será definitiva?













