Antes de que Peter Lim pisara Mestalla por primera vez para presenciar aquel Valencia – Elche del que se cumplirán este próximo sábado once años, prácticamente, nadie imaginaba que llegaría el día en que el Villarreal se presentase a un derbi en la Avenida de Suècia como el club más dominante y poderoso de la Comunitat Valenciana. Una combinación entre el trabajo coherente de los dirigentes amarillos, desde su primer ascenso en 1998, y la negligente gestión de la administración Meriton lo ha conseguido.
El Villarreal visitará València como tercero de la Liga y uno de los participantes españoles en la UEFA Champions League. Enfrente, un equipo blanquinegro decimocuarto en la tabla y en su sexta temporada consecutiva apartado de las competiciones europeas. La transformación -este intercambio de roles- vivió en la pasada ventana de verano un episodio revelador las realidades en las que se enmarcan uno y otro club. La diferencia en la inversión en fichajes hecha en ambos lados se disparó por encima de los 90 millones de euros, según los datos recogidos en el portal especializado en mercado ‘Transfermarkt’.
El Villarreal multiplica la inversión del Valencia entre ocho y nueve veces
Mientras el Submarino gastó 102 millones repartidos en una decena de nuevos futbolistas para la plantilla de Marcelino García, Carlos Corberán debió conformarse con ocho caras nuevas que comprometieron 11,9 millones. Una cantidad en la que podrían sumarse pluses hasta un total próximo a 15 millones, siempre y cuando se cumplieran los bonus marcados en casos como Arnaut Danjuma, el suizo Filip Ugrinic o el central José Copete. La distancia es abismal, el esfuerzo inversor del Villarreal multiplica entre ocho y nueve veces el del Valencia.
En lo referente, a la entidad de Mestalla, la gestión Lim recuperó los niveles de los veranos 2021, 2022 y 2023 mediante cifras entre 10 y 15 millones. Ni punto de comparación con la etapa previa a la pandemia de coronavirus, en la que se rozó la barrera de los 200 entre las campañas 2014/15 y la 2015/16, e incluso se superaron los 100 millones, como han hecho en La Cerámica este julio y agosto pasados, en la ventana estival de 2018 con Mateu Alemany y Marcelino como principales impulsores.
Ahora en el lado amarillo, Marcelino, último entrenador que compitió con el Valencia en la Champions, ha sido testigo de un mercado que quedará registrado como el de mayor volumen en la historia reciente de la entidad de la Plana Baixa. Con más de una veintena de movimientos de entrada y salida, el club que preside Fernando Roig aun ha sido capaz de aumentar con sus traspasos la cifra de gasto. Si los fichajes han supuesto 102 millones, con las ventas el Villarreal se embolsará 108.
Roig Negueroles, consejero delegado del Submarino, cerró operaciones de enorme peso económico. Álex Baena fue traspasado al Atlético de Madrid por 42 millones de euros, Yeremy Pino puso rumbo al Crystal Palace por 30 millones, y Thierno Barry fichó por el Everton por 32… Además, Etta Eyong emigró al Levante por tres, sin perder por completo el control sobre el actual goleador ‘granota’, y Ramón Terrats, al Espanyol por cuatro millones.
Los ingresos, asimismo, han procedido también de salidas desde la cantera. Andrés Ferrari fue vendido al Saint-Truiden belga por 2,5 millones, mientras que Jorge Pascual se incorporó al Granada en un traspaso de 0,5 millones.
En total, 108 millones de euros reinvertidos casi al 95 % para rehacer una plantilla que debe jugar la Champions sin descuidar la Liga, el torneo con el que poder mantener el estatus UEFA año a año. El fichaje estrella ha sido un compañero de selección de Giorgi Mamardashvili, el delantero georgiano George Mikautadze (Olympique Lyonnais) por 31 millones más variables. Es el más caro en los 102 años de vida ‘grogueta’.
Sin embargo, los 24,5 pagados al Chelsea por el central portugués Renato Veiga tampoco desmerecen. Después, siguen los 16,5 invertidos por el ex de Las Palmas Alberto Moleiro, los diez al Atlético por Mouriño, los nueve al Inter por Tajon Buchanan, los ocho al Minnesota por una apuesta que está saliendo bien: Tani Oluwaseyi, y los 2,5 al Paris SG para fortalecer la portería con Arnau Tenas. Y, luego, las cesiones, un capítulo en el que el Valencia se ha especializado en estos últimos años. Bajo esta fórmula han aterrizado en tierras castellonenses: Rafa Marín (Nápoles), con un millón de coste, y Manor Solomon (Tottenham). Thomas Partey, envuelto en un caso de supuestas violaciones en Inglaterra, ha venido como agente libre.
Filip Ugrinic, el fichaje más caro… a más de 27 millones de Mikautadze
Por su parte, en Mestalla, el refuerzo más costoso, 3,7 millones de fijo, ha sido el mediocentro Filip Ugrinic, cerca de un mes lesionado por molestias en la rodilla, por lo que apenas ha participado 89 minutos de juego. La misma cantidad fija por la que se acordó con el RCD Mallorca para el traspaso del central Copete. Por Baptiste Santamaría, experimentado pivote en la liga francesa, el compromiso con el Stade de Rennes fue de dos millones.
Como en otras ventanas, la deteriorada economía blanquinegra, sin los ingresos UEFA, ha hecho que la vista se centrara en buena medida en cesiones y jugadores libres. Así, a coste cero tras finalizar con el Leganés, vino Dani Raba. Por cada uno de los préstamos de Julen Agirrezabala (Athletic Club), por quien hay una opción de compra de 12 millones, y de Lucas Beltrán (Fiorentina) el club debe desembolar un millón. Menos, alrededor de medio millón, por el de Largie Ramazani (Leeds). Danjuma fichó sin coste desde el Villarreal, con bonus bajos, pero con una cláusula menor y un 50 % de un futuro traspaso para el club de procedencia.
Más ahorro para el Valencia
Donde el Valencia adelanta al Villarreal es el superávit de mercado. Ha reinvertido el 45 % de lo ingresado en traspasos. Tras proyectar 26 millones a ingresar por ventas, el saldo positivo del mercado de verano se queda en 14,5 millones, por los solo seis de su rival el sábado en el derbi. El capítulo de traspasos, como suele suceder bajo el accionariado de Lim, ha sido doloroso para el valencianismo. Contabilizado en el balance de hace un año, en lo deportivo el equipo acusa la ausencia de Mamardashvili, en el Liverpool desde esta campaña.
En defensa, un fichaje -Copete- para contrarrestar dos ventas: Cristhian Mosquera y Yarek Gasiorowski, la pareja titular de la ‘Rojita’. El primero emigró a Londres para reforzar la zaga del Arsenal a cambio de 15 millones, más otros cuatro en función del cumplimiento de objetivos, y el segundo, al PSV Eindhoven por 9,8 millones. Fran Pérez se fue al Rayo Vallecano previo pago de un millón, y Cenk Özkacar, cedido al Colonia por 225.000 euros.
Más protagonismo en los fichajes amarillos
Otras de las diferencias en el mercado de uno y otro radica en el protagonismo de los fichajes. Mientras Marcelino probablemente dispondrá de entre seis o siete en el once inicial -Tenas, Veiga, Marín, Mouriño, Buchanan, Moleiro o Mikautadze-, Corberán echará mano de menos piezas nuevas. A buen seguro, Agirrezabala en la portería, Copete si se recupera a tiempo, Santamaría si se impone en su competencia con Pepelu y Danjuma en el ataque.
Gráfico que refleja el peso del gasto en fichajes realizado por los 20 clubes de la Liga este verano. El Valencia, en mitad tabla / P. C.
Hoy, en cuanto a fichajes se refiere, Valencia y Villarreal habitan planetas separados a años luz. Si los amarillos pueden decir que son los únicos, junto a Atlético (176 millones) y Real Madrid (168), que han rebasado el límite de los 100 millones en gasto, los blanquinegros tienen delante diez clubes que han invertido más. Aparte del trío de cabeza, Betis (60,5), Barcelona (27,5), Girona (27,2), Athletic (22), Real Sociedad (21,5), Espanyol (14,2) y Celta (14).
Las diferencias económicas son reales y en aumento, el sábado, el Valencia de Corberán tratará de reducirlas sobre el campo en un escenario, Mestalla, que históricamente no se le da nada bien a los ‘groguets’. La necesidad aprieta.











