Ana Mena ha vuelto a demostrar que es mucho más que una de las grandes estrellas del pop español: también es una voz honesta y valiente. En una reciente entrevista en Los 40 con Cris Regatero, la cantante malagueña sorprendió al hablar abiertamente sobre su vida íntima y, en concreto, sobre la edad a la que tuvo su primera relación sexual. “Al final, mi primera experiencia sexual con un chico fue con 24, casi 25 años”, reveló sin rodeos, en una conversación en la que abordó con total naturalidad un tema del que pocas figuras públicas hablan con tanta franqueza.
La artista, que actualmente triunfa a nivel internacional con su carrera musical, explicó que durante mucho tiempo sintió una presión social por no haber mantenido relaciones sexuales antes. “Siempre he tenido extremo cuidado con las relaciones sentimentales, aunque siempre me doy mucho en lo que se refiere a sentimientos. Yo empecé muy tarde, bueno, muy tarde para lo que se supone que está estipulado por norma que tiene que ser muy tarde, porque yo considero que cada persona tiene su ritmo”, confesó.
Ana Mena insistió en que su intención al compartir este aspecto tan personal es lanzar un mensaje positivo a quienes puedan sentirse juzgados o presionados por los estándares sociales. “Me llegué a sentir presionada muchas veces de lo que se supone que está bien o que tiene que pasar a cierta edad, y luego, con los años, te das cuenta de que es absurdo. Las personas, cada una, tiene su ritmo. No hay un momento para cada cosa, sino cuando tú lo sientes”, reflexionó.
Además, reconoció que durante su juventud incluso llegó a mentir para evitar sentirse señalada. “Me costó y sufrí mucha presión también. Yo mentía, porque decía: ‘¿Cómo voy a decir que no lo he hecho nunca?’”, aseguró la intérprete, que explicó que su decisión de esperar fue consecuencia de una gran prudencia emocional y de experiencias previas que le habían hecho ser más reservada. “Analizaba muchísimo la situación antes de dar cualquier paso. Venía de experiencias en las que no me habían tratado bien y me costaba mostrarme vulnerable”, añadió.
Con esta confesión, Ana Mena lanza un mensaje claro de libertad personal y autoconocimiento, reivindicando que no hay edades “correctas” ni “incorrectas” para vivir ciertas experiencias. “Si esto puede servir de alguna manera como un mensaje positivo a chicas que, de repente, no han encontrado que haya llegado el momento y se sientan presionadas por la sociedad, me alegra poder decir que no hay tiempo para eso, que no existe una edad y que la decisión la tiene uno cuando uno lo siente”, concluyó.