Crisis total entre PP y Vox en Aragón. Las relaciones entre las dos derechas han estallado esta semana por los aires por el cese de Marcos Francoy, el asesor de los comentarios racistas y fascistas en redes sociales. La dirección nacional de la ultraderecha estudia no apoyar al PP en una futura investidura en Aragón si Jorge Azcón vuelve a ser el candidato a la presidencia. Todo ello en una jornada en la que el presidente autonómico admitió el bajo momento de las conversaciones entre partidos y admitió que con Vox «nunca se sabe». Alejandro Nolasco, líder de la ultraderecha, acusó a Azcón de dar «una puñalada trapera» a su potencial socio, pero no cerró, por parte del grupo parlamentario, un apoyo a las cuentas de 2026 si el PP las lleva a las Cortes.
La ruptura entre el presidente de Aragón, el popular Jorge Azcón, y Vox es total. Fuentes de la dirección de los de Santiago Abascal dejan claro que no hay posibilidad de acuerdo presupuestario y trasladan un hondo malestar con la actuación de Azcón durante la negociación en los últimos días. Hasta el punto de que Vox sopesa ya seriamente, según trasladan las mismas fuentes, la posibilidad de que, llegado el caso después de las próximas elecciones autonómicas, se exija al Partido Popular (PP) que el candidato a investir eventualmente no sea el líder de los populares aragoneses. Hasta ese extremo se han deteriorado las relaciones entre dos dirigentes casi de la misma edad (Azcón le saca tres años al presidente de Vox) y que se conocen desde hace treinta años, cuando ambos coincidieron en Nuevas Generaciones, la organización juvenil del PP, el partido en el que comenzó su carrera Abascal.
En Bambú, la calle de Madrid donde se ubica la sede central de la formación derechista, ha sentado especialmente mal que Azcón haya pretendido, según su versión, apuntarse un tanto exigiendo el cese de un asesor de Vox, Marcos Francoy, que como publicó El Periódico de Aragón difundía mensajes abiertamente racistas y antisemistas, además de pro nazis, en las redes sociales. Vox traslada que el cese ya estaba decidido ante un comportamiento que califican de «inaceptable» y que Azcón lo utilizó de manera torticera en su beneficio político. Subrayan, además, que Francoy era un mero asesor, sin poder o galones en los órganos del partido, lo que acrecienta el malestar con el presidente del Gobierno de Aragón.
Azcón ha sido conocedor de primera mano de ese rechazo de Vox al acuerdo, aunque no por boca de Abascal, con el que hace tiempo que la relación está congelada.
«Una puñalada trapera»
El portavoz de Vox en las Cortes, Alejandro Nolasco, compareció en rueda de prensa para presentar una iniciativa en materia de vivienda que ha caído en el olvido por el enfrentamiento entre la DGA y su principal socio en el Parlamento aragonés. Nolasco acusó a Azcón de dar «una puñalada trapera» a Vox por el caso del asesor y aseveró que el presidente aragonés sabía que la ultraderecha iba a prescindir de sus servicios. Un hecho que, sin embargo, no se ha conocido hasta la denuncia de los mensajes de Francoy en redes y sobre el que Vox ha cambiado la versión en varias ocasiones: primero dijo que lo había cesado el lunes, luego que el viernes pasado y finalmente que la pérdida de confianza se producía desde hace meses. Francoy, en redes sociales, aseguraba este martes que el cese se produjo el mismo martes, tras la intervención del presidente aragonés.
«El PP y Azcón se comportaron de manera torticera», censuró el líder de Vox en la comunidad, que ha calificado de «acoso y maltrato» la actitud de los populares hacia su partido: «Es lo nunca visto antes en política». «Vox no se va a sentar a negociar los presupuestos de 2026«, dijo Nolasco, que cargó toda la responsabilidad en la falta de cuentas en Azcón.
Nolasco, sin embargo, no parecía estar al tanto de la decisión que se masca en la dirección nacional de Vox. El portavoz autonómico de la ultraderecha no cerró la puerta a los presupuestos -sí a negociarlos con el PP- ni a las conversaciones entre Azcón y la cúpula del partido de Abascal, como la que tuvo lugar el lunes en Madrid. «No vamos a negociar los presupuestos, otra cosa es que él los presente y nosotros ya veremos», aseveró Nolasco. «No voy a decir que Azcón no puede hablar con Vox en Madrid», admitió el portavoz autonómico, que afirmó que el presidente «puede hablar con quien le dé la gana».
Pocas horas después, el presidente Jorge Azcón reconoció, con un tono bastante irónico, que «con Vox nunca se sabe» y que «hay que esperar acontecimientos». Y tampoco cerró la puerta a reunirse con su exsocio ni con el resto de formaciones, a las que ha dicho que invitará para debatir sobre las futuras cuentas de 2026. «Si Vox no quiere reunirse, tendrá que explicarlo«, añadió.
Aunque las declaraciones posteriores de Azcón tampoco se quedaron ahí, ya que después fue directamente a la raíz del problema, con el ejemplo de otras comunidades. «Tendrán que explicar porqué en Murcia, Baleares y Valencia sí pueden aprobar unos presupuestos y en Aragón no», señaló, añadiendo, nuevamente con sorna: «¿Por un asesor que hace declaraciones racistas y contra valores democráticos? Es un profundo error«.