‘Nadie quiere esto (temporada 2)’
Creadora: Erin Foster
Dirección: Hannah Fidell, Jesse Peretz, Richard Shepard
Reparto: Kristen Bell, Adam Brody, Justine Lupe, Timothy Simons
País: Estados Unidos
Duración: 25 min. aprox. (10 episodios)
Año: 2025
Género: Comedia romántica
Estreno: 23 de octubre de 2025 (Netflix)
★★★
Alguien debió aconsejar a Erin Foster que escribiera sobre lo que conoce, y le aconsejó bien: ‘Nadie quiere esto’, su comedia romántica sobre una mujer agnóstica convertida al judaísmo por amor, como ella misma, fue todo un éxito sorpresa en Netflix el año pasado. En honor a la verdad, debemos recordar que Foster añadió un giro adicional atractivo a su historia: aquí el objeto de deseo masculino, Noah (Adam Brody), es, además, rabino, lo que hacía las cosas aún más complicadas para Joanne (Kristen Bell), y aún más interesantes para el espectador.
En la primera temporada asistimos al despertar del romance, vimos cómo se presentaban mutuamente a los amigos y a los padres y cómo las aspiraciones laborales y convicciones religiosas de Noah estaban a punto de echarlo todo por la borda. Solo a punto: en un final de ‘romcom’ de toda la vida, él se pegaba una buena carrera para asegurar a su chica que prefería estar con ella a ser rabino jefe.
Estos nuevos capítulos (que han llegado con agradecible celeridad, como lo hacían las segundas temporadas en los viejos tiempos de la televisión) alargan la historia más allá de lo que lo habrían hecho muchas películas basadas en la misma historia. Es decir, es una comedia romántica que cuenta lo que no cuentan la mayoría de comedias románticas: qué sucede después del gran gesto definitivo, del beso final. ¿Cuántas perdices comieron? ¿Se puede ser feliz para siempre?
No todo es plenitud, por supuesto, o esta serie perdería toda su importante gracia. La seriedad de la relación entre Joanne y Noah está haciendo más aburrido el pódcast sobre desventuras romántico-sexuales que la primera comparte con Morgan (Justine Lupe), su desvergonzada hermana, con todavía más protagonismo en unos episodios en que se decide a tener su propio cuento de hadas, aunque eso signifique pasar por alto cuestiones éticas. ¿Hemos dicho cuento de hadas? Lo dicho, esto no es eso exactamente: Joanne sigue lidiando con una suegra chic y amenazadora (Tovah Feldshuh) que tiene poco, poquísimo interés en invitarla a la cena de Shabat de cada viernes.
‘Nadie quiere esto’ nos recuerda que en cualquier relación puede haber momentos de suspense, sobre todo si la fase luna de miel queda aún cercana. Por mucho que parezcan conectar, Joanne y Noah no lo han aclarado todo: durante una cena, ella descubre que él no ha desdeñado en realidad sus ambiciones y que cuenta, a pesar de todo, con que su novia se convertirá al judaísmo antes o después. También hay fuentes de tensión menores pero igualmente efectivas: el mejor episodio de la temporada gira en torno a un (raro) paso en falso de Adam, el de comprarle a Joanne un collar idéntico al que le compró a su ex, Rebecca (Emily Arlook); cambiando, claro, el nombre grabado en oro.
La serie vuelve a sostenerse, en esencia, sobre el imposible caudal de carisma aportado no solo por Bell, Brody y Lupe, sino también, o sobre todo, un arma (no tan) secreta llamada Timothy Simons, actor de altura (en más de un sentido) que aquí vuelve a sacar oro cómico de la incomodidad. Se explora cómo intenta su personaje, Sasha, hermano de Noah, revitalizar su matrimonio con Esther (Jackie Tohn), a la que se dota de nuevos matices. Al reparto conocido se suman valores seguros como Leighton Meester (Blair Waldorf de ‘Gossip girl’; esposa de Brody en la vida real), Arian Moayed (Stewy Hosseini de ‘Succession’) o Alex Karpovsky (Ray de ‘Girls’, desde hace un tiempo muy poco visto).
En cierto modo, esta temporada es una especie de (incompleta) reunión de ‘Girls’. Lena Dunham no tiene nada que ver, pero la otra ‘showrunner’ del clásico de HBO, Jenni Konner, capitanea ahora ‘Nadie quiere esto’ con Craig DiGregorio, también productor de la serie de Dunham. Además, participa la guionista Sarah Heyward y dirigen episodios Jesse Peretz o Richard Shepard, quienes nos dieron, respectivamente, ‘La casa de la playa’ y ‘La basura de un hombre’. Aquí hay algún episodio a la altura de esos referentes imborrables.