Para muchos era una idea demasiado loca

Gabi y Tomás son dos jóvenes de 24 años que compraron una casa en ruinas en una aldea de la Asturias más rural para reformarla con sus propias manos. Aunque muchos les dijeron que era una idea «demasiado loca», la pareja decidió seguir adelante. Era «la oportunidad de cumplir un sueño» y convertir esa casa abandonada «en un refugio donde vivir, trabajar y entrenar en plena naturaleza».



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