En
los últimos días se ha generado cierta polémica por unas
declaraciones del futbolista Marcos Llorente en el programa de Juanma
Castaño, en las que recomendaba utilizar gafas con cristales
amarillos para mejorar la vista. Según el jugador, este tipo de
lentes son beneficiosas para los ojos cuando se usan en interiores,
mientras que al aire libre lo mejor sería no llevar nada.
Llorente
aseguraba que “se nota el cambio” y que “no es una cuestión de
opinión, sino de pura biología”. Sus palabras han coincidido con
la Conferencia Internacional de Visión Holística, que ha comenzado
hoy, 21 de octubre, en Valencia. Un evento que reúne a promotores de la llamada ‘visión natural’.
Este
movimiento sostiene, sin respaldo científico, que es posible curar
problemas oculares mediante la meditación, la autocuración o la
conexión emocional.
El
presidente del Colegio de Ópticos-Optometristas de la Comunidad
Valenciana, Andrés Gené, ha explicado en los micrófonos de
Mediodía COPE en Valencia qué hay de cierto en estas afirmaciones y
ha advertido del peligro que suponen este tipo de prácticas.
Gené
alerta del intrusismo profesional de los llamados ‘coaches visuales’,
que “carecen de formación sanitaria universitaria” y pueden
poner en riesgo la salud ocular de quienes siguen sus
consejos.
Sobre las lentes amarillas, el especialista aclara
que “solo se utilizan en casos de rehabilitación visual y siempre
bajo supervisión profesional”. “Un filtro amarillo depende de la
longitud de onda y puede ser recomendable en algunos tratamientos,
pero no tiene ningún sentido usarlo como se está promoviendo”,
asegura.
El
presidente del Colegio recuerda que el envejecimiento natural del ojo
y otros problemas de visión se deben tratar con lentes adecuadas o
terapias visuales personalizadas, pero siempre con base
científica.
“Existen ejercicios de rehabilitación visual o
terapia visual ortóptica, diseñados por un óptico-optometrista
según las necesidades del paciente. Son métodos contrastados y con
evidencia”, explica Gené.
Además, advierte sobre prácticas
peligrosas como mirar directamente al sol, recomendación que algunos
defensores de la visión natural promueven. “Eso puede provocar una
quemadura macular irreversible, con pérdida de visión de por vida”,
advierte.
La mejor protección, según el experto, pasa por
usar gafas de sol homologadas que filtren los rayos ultravioleta,
además de sombreros o gorras que proporcionen sombra. «Es como si dijeran que en vez de ponerse crema para la piel para protegerse, va a poner papel de celofán», explica Gené.
El origen de estas teorías se
remonta al método Bates, desarrollado a principios del siglo XX por
el doctor estadounidense William Bates, quien sostenía que la vista
podía corregirse sin gafas.
“De ese método han derivado
muchas de las ideas actuales, pero está totalmente desacreditado. Si
realmente funcionara, los profesionales de la visión lo estaríamos
aplicando”, explica Gené.
Los ópticos-optometristas y
oftalmólogos insisten en que los problemas visuales deben tratarse
con soluciones médicas y profesionales, nunca con terapias
alternativas sin evidencia. “No es cuestión de cerrarse a nuevas
ideas” concluye Gené, “es cuestión de coherencia y de proteger
la salud de las personas”.