Las claves
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Estados Unidos bombardeó el martes otra embarcación supuestamente dedicada al narcotráfico cerca de Sudamérica, esta vez en aguas del Pacífico en lugar del Pacífico, según informó este miércoles CBS, citando a dos funcionarios estadounidenses.
Se trata de la primera operación militar conocida de Estados Unidos en el Pacífico desde que la Administración Trump comenzó su nueva ofensiva contra el narcotráfico, que se ha traducido, hasta el momento, en siete ataques en el Caribe con la muerte de al menos 27 personas y a una escala de tensión de Washington con Venezuela y Colombia.
Esta serie de ataques son parte de la campaña del republicano contra lo que él dice es una amenaza «narcoterrorista» que emana de Venezuela y está vinculada a su presidente, Nicolás Maduro, al que no reconoce como legítimo y vincula con el narcotráfico.
Acusación que también Trump ha hecho este fin de semana contra el mandatario colombiano, Gustavo Petro, que fue seguida de un ataque del Ejército estadounidense contra lo que describió como una «narcolancha» a la que vinculó con las guerrillas del Ejército de Liberación Nacional (ELN) de Colombia, que dejó al menos tres muertos.
El republicano anunció en sus redes sociales el sábado el fin de la ayuda financiera a Colombia por su inacción en la lucha contra el narcotráfico.
En las últimas semanas, Estados Unidos ha estado aumentando su presencia militar en el Caribe, incluyendo destructores de misiles guiados, aviones de combate F-35, un submarino nuclear y alrededor de 6.500 soldados.
La semana pasada, Trump confirmó que también había autorizado a la CIA a realizar operaciones encubiertas en Venezuela.
A inicios de este mes, Trump ordenó cortar las relaciones diplomáticas con Venezuela tras un intento de explorar posibles negociaciones a la crisis política del país caribeño.
El pasado agosto, EEUU ofreció 50 millones de dólares por información que condujese al arresto y condena de Maduro por cargos de tráfico de drogas.
En 2020, Washington lo había acusado, durante la primera presidencia de Trump, por delitos de narcotráfico y terrorismo, y en enero de 2025, la actual Administración aumentó la recompensa por su captura a 25 millones de dólares, que luego duplicó.