En lo alto de un acantilado, con la imponente silueta del Teide como testigo, el restaurante Larrife del nuevo Hotel Bancal redefine la cocina gomera con una mezcla equilibrada de tradición, producto local y vanguardia. Un viaje para los sentidos que encarna el espíritu del turismo relajado que atrae como un imán, desde hace décadas, a personajes como Angela Merkel y que ha conquistado paladares como los del ‘youtuber’ TheGrefg o del actor Miguel Angel Silvestre.
Suspendido a 92 metros en un enclave privilegiado sobre el murmullo del Océano Atlántico, este espacio culinario resume los sabores esenciales de la isla.
‘Magret’ de pato sobre ‘parmentier’ de papa negra, con ‘chutney’ de manzana ácida y salsa de higos. / EP
Desde el flamante Hotel Bancal, un refugio diseñado para el turismo de calma y desconexión, Larrife se erige como el corazón gastronómico de una propuesta en busca de la autenticidad de un tipo de turismo natural sin estridencias, que durante años convirtió a La Gomera en el retiro predilecto de la excanciller alemana Angela Merkel. Aquí, el lujo no se mide en opulencia, sino en la paz del entorno y la excelencia del plato.
Comer con el Teide en el horizonte
Antes de que el primer plato llegue a la mesa, el comensal ya queda cautivado por la arquitectura del restaurante que se abre al paisaje a través de inmensos ventanales, enmarcando una panorámica hipnótica: el azul infinito del mar y, en días claros, la colosal figura del Teide recortándose en la vecina isla de Tenerife.
El ronco sonido de las olas al romper contra el acantilado y la suave brisa marina crean una atmósfera única que prepara los sentidos para lo que queda por venir. Es una experiencia en la que la naturaleza se presenta como un ingrediente imprescindible del menú.
Tradición respetada, innovación aplicada
La propuesta de Larrife se asienta sobre tres pilares inquebrantables: producto local, tradición e innovación. El chef José Carlos Barroso y su equipo han emprendido una minuciosa labor de investigación para rescatar los tesoros de la despensa gomera y ofrecerlo bajo una nueva luz sin renunciar a los guiños dulces y salados venezolanos de los hijos y nietos de la emigración canaria que regresa a su tierra.
El queso de cabra artesanal, la miel de palma extraída de los guaraperos, el gofio de millo, los pescados frescos de la costa como el cherne o la vieja, las papas de la tierra y los exóticos mangos y aguacates de sus valles son los protagonistas indiscutibles. Cada ingrediente cuenta la historia del generoso esfuerzo de los heroicos agricultores y pescadores de la isla.
Almogrote, mojo, potajes…
La cocina de Larrife hunde sus raíces en el recetario tradicional canario. Honra el almogrote, los mojos, las potajes y las técnicas ancestrales, y respeta la esencia de un sabor que ha perdurado a través de generaciones.
Aquí reside el secreto de su magia. Larrife reinterpreta las recetas de la tierra. Mediante técnicas de vanguardia, juegos de texturas y presentaciones creativas; transforma lo conocido en algo sorprendente. Un almogrote puede convertirse en una suave espuma; un mojo, en una delicada emulsión, y el gofio, en el protagonista de un postre de alta cocina.
Un viaje a través del menú
Degustar el menú de Larrife (60 euros y 80 con maridaje) es recorrer La Gomera bocado a bocado. La carta evoluciona con la temporada, pero siempre es fácil encontrar creaciones que ejemplifican su filosofía. Entrantes como un cremoso de queso gomero con mermelada de tomate y un toque de miel de palma, que deconstruye el clásico aperitivo isleño.
Platos principales en los que el mar es el rey, como un lomo de cherne cocinado a baja temperatura sobre una cama de puré de ñame y mojo verde emulsionado, una combinación que equilibra la delicadeza del pescado con la potencia de los sabores locales. O un exquisito guiso marinero de cherne canario con gambas, calamares y papitas negras.
‘Magret’ de pato y lingote de cordero lechal
En el apartado de carnes destacan el ‘magret’ de pato sobre ‘parmentier’ de papa negra, con ‘chutney’ de manzana ácida y salsa de higos y el lingote de cordero lechal a baja temperatura en su jugo y salsa de hierbas canarias. Barroso y su equipo bordan además el arroz negro de chipirones en su tinta y los raviolis con pesto de berro.
Postres que desafían las expectativas, como la espuma de gofio con helado de plátano canario y crujiente de almendras garrapiñadas y la torrija infusionada en especias con helado de canela son un final dulce que es un homenaje a los ingredientes más humildes y queridos del archipiélago.
Más que un restaurante, un destino
La experiencia se completa con una cuidada selección de vinos de la denominación de origen de La Gomera, especialmente los elaborados con la uva autóctona forastera gomera, que tienen un merecido lugar de honor.
El restaurante Larrife, en sintonía con el Hotel Bancal, es la materialización de la apuesta por un turismo sostenible y de calidad que busca conectar al visitante con el verdadero espíritu de la isla. El personal garantiza una experiencia que satisface el paladar pero también alimenta el anhelo de belleza y tranquilidad.
Erguido en su terraza, con la inmensidad del océano a tus pies y un plato que sabe a tierra y a mar, entiendes por qué La Gomera enamora. Es la prueba de que, a veces, para tocar el cielo, conviene asomarse a un acantilado.
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